Sumos Pontífices
Benedicto XVI
Esperanza
AÑO 2005
DICIEMBRE
*La esperanza se relaciona prácticamente con la
virtud de la paciencia, que no desfallece ni siquiera ante el fracaso
aparente, y con la humildad, que reconoce el misterio de Dios y se fía de Él
incluso en la oscuridad (Encíclica -39, 25
de diciembre).
AÑO 2006
ENERO
*Los fieles
alimentados con la palabra de Cristo y los sacramentos de la Iglesia,
encontrarán la alegría y la fuerza necesarias para el testimonio valiente de
la esperanza cristiana (Discurso, 27 de enero).
NOVIEMBRE
*Sólo refiriéndose
al Dios-Amor, que se reveló en Jesucristo, el hombre puede encontrar el
sentido de su existencia y vivir en la esperanza, a pesar de experimentar los
males que afligen su existencia personal y la sociedad en que vive (Discurso,
3 de noviembre).
*La esperanza hace
que el hombre no se cierre en el nihilismo paralizador y estéril, sino que se
abra al compromiso generoso en la sociedad en la que vive, para poder
mejorarla (Discurso, 3 de noviembre).
AÑO 2007
NOVIEMBRE
*Quien tiene
esperanza vive de otra manera; se le ha dado una vida nueva (Encíclica -2, 30
de noviembre).
*Quien no conoce a
Dios, aunque tenga múltiples esperanzas, en el fondo está sin esperanza, sin
la gran esperanza que sostiene toda la vida (Encíclica-27, 30 de noviembre).
*Toda actuación
seria y recta del hombre es esperanza en acto (Encíclica-35, 30 de noviembre).
DICIEMBRE
*La esperanza
verdadera y segura está fundada en la fe de Dios Amor, Padre misericordioso
(Homilía, 1 de diciembre).
*Si falta Dios,
falla la esperanza. Todo pierde sentido (Homilía, 1 de diciembre).
*El ser humano puede
apagar en sí mismo la esperanza eliminando a Dios de su vida (Homilía, 1 de
diciembre).
*La esperanza está
indeleblemente escrita en el corazón del hombre, porque Dios nuestro Padre es
vida, y estamos hechos para la vida eterna y bienaventurada (Homilía, 1 de
diciembre).
*La gran esperanza,
la esperanza plena y definitiva, es garantizada por Dios que es amor, por Dios
que en Jesús nos visitó y nos dio la vida, y en él volverá al final de los
tiempos (Ángelus, 2 de diciembre).
AÑO 2008
ENERO
*Si falta la
verdadera esperanza, se busca la felicidad en la embriaguez, en lo superfluo,
en los excesos, y los hombres se arruinan a sí mismos y al mundo (Homilía, 6
de enero).
ABRIL
*Quien tiene
esperanza ha de vivir de otra manera (Homilía, 17 de abril).
MAYO
*La esperanza
cristiana, fundamentada en Cristo, no es un espejismo, sino que, como dice la
carta a los Hebreos, “en ella tenemos como un ancla de nuestra alma” (Heb 6,
19), un ancla que penetra en el cielo, donde Cristo nos ha precedido (Regina
Caeli, 4 de mayo).
JUNIO
*La esperanza teologal se alimenta de la fe y de la
confianza en
el Dios que en Jesucristo se reveló como el
verdadero amigo del hombre (Discurso, 9 de junio).
*La esperanza de
quien cree en el Dios que resucitó a Jesús de entre los muertos se proyecta
completamente hacia la felicidad y la alegría plena y total que llamamos vida
eterna (Discurso, 9 de junio).
*La esperanza
cristiana vive también en el sufrimiento; más aún, que precisamente el
sufrimiento educa y fortifica de modo especial nuestra esperanza (Discurso, 9
de junio).
*La esperanza de los
creyentes en Cristo no puede limitarse a este mundo; está intrínsecamente
orientada hacia la comunión plena y eterna con el Señor (Discurso, 9 de
junio).
DICIEMBRE
*La esperanza
cristiana va más allá de la legítima esperanza de una liberación social y
política, porque lo que Jesús inició es una humanidad nueva, que viene de
Dios, pero al mismo tiempo germina en nuestra tierra, en la medida en que se
deja fecundar por el Espíritu de Dios (Ángelus, 7 de diciembre).
AÑO 2009
SEPTIEMBRE
*Sólo esta gran
“esperanza-certeza” nos asegura que, a pesar de los fracasos de la vida
personal y de las contradicciones de la historia en su conjunto, nos custodia
siempre el poder indestructible del Amor (Discurso, 6 de septiembre).
*Nuestra sólida
esperanza es, por tanto, Cristo: en él Dios nos ha amado hasta el extremo y
nos ha dado la vida en abundancia (Homilía, 27 de septiembre).
*Sólo Cristo puede
ser nuestra esperanza cierta. Este es el anuncio que los cristianos estamos
llamados a difundir cada día con nuestro testimonio (Homilía, 27 de
septiembre).
NOVIEMBRE
*La esperanza marca
el camino de la humanidad, pero para los cristianos está animada por una
certeza: el Señor está presente a lo largo de nuestra vida, nos acompaña y un
día enjugará también nuestras lágrimas (Homilía, 28 de noviembre).
AÑO 2010
MAYO
*Las cosas que podemos hacer por
nosotros mismos no son objeto de la esperanza, sino más bien una tarea que
debemos realizar con la fuerza de nuestra razón, de nuestra voluntad y de
nuestro corazón (Mensaje, 10 de mayo).
*Dejar de lado la esperanza en la vida
eterna lleva a la avidez por una vida aquí y ahora, que casi inevitablemente
se convierte en egoísta y, al final, es irrealizable (Mensaje, 10 de mayo).
*Las cosas grandes de la vida no
podemos realizarlas nosotros, sólo podemos esperarlas. La buena nueva de la fe
consiste precisamente en esto: existe Alguien que puede dárnoslas (Mensaje, 10
de mayo).
NOVIEMBRE
*La espera, el esperar, es una
dimensión que atraviesa toda nuestra existencia personal, familiar y social
(Ángelus, 28 de noviembre).
*La espera está presente en mil
situaciones, desde las más pequeñas y banales hasta las más importantes, que
nos implican totalmente y en lo profundo (Ángelus, 28 de noviembre).
*Se podría decir que el hombre está
vivo mientras espera, mientras en su corazón está viva la esperanza (Ángelus,
28 de noviembre).
*Al hombre se lo reconoce por sus
esperas: nuestra «estatura» moral y espiritual se puede medir por lo que
esperamos, por aquello en lo que esperamos (Ángelus, 28 de noviembre)
DICIEIMBRE
*La esperanza gozosa es ciertamente la
actitud fundamental del cristiano que desea vivir con fruto el renovado
encuentro con Aquel que viene a habitar en medio de nosotros: Cristo Jesús, el
Hijo de Dios hecho hombre (Audiencia, 22 de diciembre).
AÑO 2011
AGOSTO
*Una fe sin esperanza ha provocado el
surgimiento de una esperanza sin la fe, intramundana (Mensaje, 10 de agosto).
*Hoy más que nunca los cristianos,
estamos llamados a dar razón de nuestra esperanza, a testimoniar en el mundo
el «más allá» sin el cual todo permanece incomprensible (Mensaje, 10 de
agosto).
NOVIEMBRE
*El objeto de nuestra esperanza
consiste en gozar en la presencia de Dios en la eternidad (Angelus, 1 de
noviembre).
*Quien cree en Dios-Amor lleva en sí
una esperanza invencible, como una lámpara para atravesar la noche más allá de
la muerte, y llegar a la gran fiesta de la vida (Angelus, 11 de noviembre).
*Jesús es el camino
que conduce de esta vida a Dios, al Eterno. Él nos ha dado a conocer el rostro
del Padre, y así nos ha donado una esperanza llena de amor (Angelus, 11 de
noviembre).
*Hablar de la esperanza es hablar del
porvenir y, por tanto, de Dios (Discurso, 19 de noviembre).
*Desesperar es individualismo. La
esperanza es comunión (Discurso, 19 de noviembre).
*Tener esperanza no es ser ingenuo,
sino hacer un acto de fe en Dios, Señor del tiempo y Señor también de nuestro
futuro (Discurso, 19 de noviembre).
*La verdadera fe lleva invariablemente
al amor. Y en este espíritu os invito a todos a la esperanza (Discurso, 19 de
noviembre).
*La fe vive el presente, pero espera
los bienes futuros. Dios está en nuestro presente, pero viene también del
futuro, lugar de la esperanza (Discurso, 19 de noviembre).
*Los cristianos son de por sí hombres
de esperanza, que no pueden desentenderse de sus hermanos y hermanas
(Audiencia, 23 de noviembre).
*El malestar creciente, el
debilitamiento de las familias y la incertidumbre de la condición juvenil
indican el riesgo de una disminución de la (Discurso, 24 de noviembre).
*Nuestra fuente de esperanza está en
el Señor (Discurso, 24 de noviembre).
AÑO 2012
ENERO
*Los cristianos podemos y debemos
mirar con esperanza al futuro, en cuanto que la victoria de Cristo significa
la superación de todo aquello que nos priva de compartir la plenitud de vida
con él y con los demás (Homilía, 25 de enero).
*La actitud de espera paciente no
significa pasividad o resignación, sino respuesta pronta y atenta a toda
posibilidad de comunión y fraternidad que nos dona el Señor (Homilía, 25 de
enero).
MARZO
*La confianza en Dios ofrece la
certeza de encontrarlo, de recibir su gracia, y en ello se basa la esperanza
de quien cree (Discurso, 23 de marzo).
*La esperanza cambia la existencia
concreta de cada hombre y cada mujer de manera real (Discurso, 23 de marzo).
*La esperanza apunta a «un cielo nuevo
y una tierra nueva» (Ap 21,1),
tratando de ir haciendo palpable ya ahora algunos de sus reflejos (Discurso,
23 de marzo).
*La esperanza nace de la presencia del
amor de Dios en nuestras vidas (Discurso, 26 de marzo).
ABRIL
*«Cristo, mi esperanza», significa que
cada deseo mío de bien encuentra en Él una posibilidad real: con Él puedo
esperar que mi vida sea buena y sea plena, eterna, porque es Dios mismo que se
ha hecho cercano hasta entrar en nuestra humanidad (Mensaje, 8 de abril).
AGOSTO
*Una esperanza es segura: Dios nos
aguarda, nos espera; no vamos al vacío; él nos espera (Homilía, 15 de agosto).
*Dios nos espera: esta es nuestra gran
alegría y la gran esperanza (Homilía, 15 de agosto).
Recopilados
por: P. Mariano Esteban Caro
|