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Sumos Pontífices

Benedicto XVI 

Iglesia

 

Año 2005 

JUNIO

*La Iglesia es edificada por las familias, “pequeñas iglesias domésticas” (Discurso, 6 de junio). 

AGOSTO

*La Iglesia es como una familia humana, pero es también al mismo tiempo la gran familia de Dios, mediante la cual él establece un espacio de comunión y unidad en todos los continentes, culturas y naciones (Discurso, 20 de agosto). 

*Una familia tan grande como el mundo, que comprende el cielo y la tierra, el pasado, el presente y el futuro de todas las partes de la tierra (Discurso, 20 de agosto). 

NOVIEMBRE

*Ésta es la misión de la Iglesia ayer, hoy y siempre: anunciar y testimoniar a Cristo, para que el hombre, todo hombre, pueda realizar plenamente su vocación (Ángelus, 20 de noviembre). 

DICIEMBRE

*La Iglesia no cesa de anunciar al mundo que Jesucristo es su esperanza (Discurso, 3 de diciembre). 

*Toda la actividad de la Iglesia es una expresión de un amor que busca el bien integral del ser humano (Encíclica-19, 25 de diciembre). 

*El ejercicio de la caridad se confirmó como uno de los ámbitos esenciales de la Iglesia, junto con la administración de los Sacramentos y el anuncio de la Palabra (Encíclica- 22, 25 de diciembre). 

*La Iglesia es la familia de Dios en el mundo. En esta familia no debe haber nadie que sufra por falta de lo necesario (Encíclica-25, 25 de diciembre). 

*La Iglesia nunca pude sentirse dispensada del ejercicio de la caridad como actividad organizada de los creyentes (Encíclica-29, 25 de diciembre). 

*Sin que ella misma haga política, la Iglesia participa apasionadamente en la batalla de la justicia (Presentación de la Encíclica, 25 de diciembre). 

AÑO 2006 

ENERO

*La familia de Dios (la Iglesia) siempre estará presente y los que pertenecen a esta familia nunca estarán solos, tendrán siempre la amistad segura de aquel que es la vida (Homilía, 8 de enero). 

*La Iglesia, que es nuestra familia espiritual, compuesta por todos los discípulos de Cristo (Mensaje, 27 de enero). 

MARZ0

*La Iglesia está llamada a transformarse cada vez más en casa y escuela de comunión (Discurso, 18 de marzo). 

*Si falla en la Iglesia la fe en la resurrección, todo se paraliza, todo se derrumba (Audiencia, 26 de marzo). 

*La Iglesia, misterio de comunión, en el que se refleja de alguna manera la misma comunión trinitaria, el misterio de Dios mismo (Audiencia, 29 de marzo). 

*La acción de la Iglesia en su promoción de la dignidad de la persona no es, pues, de carácter confesional, sino que se dirige a todas las personas, prescindiendo de su afiliación religiosa (Discurso, 30 de marzo). 

ABRIL

*La Iglesia del amor es también la Iglesia de la verdad, entendida ante todo como fidelidad al Evangelio encomendado por el Señor Jesús a los suyos (Audiencia, 5 de abril). 

*La fraternidad cristiana nace del hecho de haber sido constituidos hijos del mismo Padre por el Espíritu de la verdad (Audiencia, 5 de abril). 

MAYO

*La Iglesia no puede retirarse cómodamente dentro de los límites de su propio ambiente (Homilía, 7 de mayo). 

SEPTIEMBRE

*La Iglesia, animada por esta conciencia, bajo la guía del Espíritu, ha encontrado siempre en la palabra de Dios las respuestas a los desafíos que han ido surgiendo a lo largo de la historia (Discurso, 14 de septiembre). 

OCTUBRE

*La Iglesia no es y no quiere ser un agente político. Al mismo tiempo tiene un profundo interés por el bien de la comunidad política, cuya alma es la justicia (Discurso, 19 de octubre). 

*La certeza de que Cristo resucitó nos asegura que ninguna fuerza contraria podrá jamás destruir la Iglesia (Homilía, 19 de octubre). 

NOVIEMBRE

*La Iglesia, para permanecer fiel al Señor, y por tanto a sí misma, debe renovarse continuamente (Discurso, 18 de noviembre). 

DICIEMBRE

*La Iglesia, cuerpo místicamente unido a Cristo cabeza, es sacramento, es decir, signo e instrumento eficaz también de esta espera de Dios (Homilía, 2 de diciembre). 

AÑO 2007 

ENERO

*Pertenecemos verdaderamente a la familia que tiene a Dios como Padre (Audiencia, 3 de enero). 

*El hombre no puede tener a Dios como Padre, decían ya los antiguos escritores cristianos, si no tiene también a la Iglesia como madre (Homilía, 7 de enero). 

*La familia de Dios se construye en la realidad concreta de la Iglesia. La adopción como hijos de Dios, del Dios trinitario, es a la vez incorporación a la familia de la Iglesia, inserción como hermanos y hermanas en la gran familia de los cristianos (Homilía, 7 de enero). 

*La Iglesia, en su compromiso al servicio del hombre y de la construcción de la paz, está al lado de todas las personas de buena voluntad, ofreciendo una colaboración desinteresada (Discurso, 8 de enero). 

*La Iglesia, que es nuestra familia espiritual, compuesta por todos los discípulos de Cristo (Mensaje, 27 de enero). 

ABRIL

*El amor es el alma de la vida de la Iglesia y de su actividad pastoral (Homilía, 22 de abril). 

*La Iglesia es una comunidad de personas que creen en el Dios de Jesucristo y se comprometen a vivir en el mundo el mandamiento de la caridad que él nos dejó (Homilía, 22 de abril). 

MAYO

*La Iglesia quiere únicamente indicar los valores morales de cada situación y formar a los ciudadanos para que puedan decidir consciente y libremente (Discurso, 9 de mayo). 

*La Iglesia es nuestra casa. Ésta es nuestra casa. En la Iglesia tenemos todo lo que es bueno, todo lo que es motivo de seguridad y de consuelo (Discurso, 12 de mayo). 

*La Iglesia no hace proselitismo. Crece mucho más por “atracción”: como Cristo “atrae a todos a sí” con la fuerza de su amor, que culminó en el sacrificio de la cruz (Homilía, 13 de mayo). 

*Si la Iglesia comenzara a transformarse directamente en sujeto político, no haría más por los pobres y por la justicia, sino que haría menos, porque perdería su independencia y su autoridad moral, identificándose con una única vía política y con posiciones parciales opinables (Discurso, 13 de mayo). 

*La Iglesia es abogada de la justicia y de los pobres precisamente al no identificarse con los políticos ni con los intereses de partido (Discurso, 13 de mayo). 

*Formar las conciencias, ser abogada de la justicia y de la verdad, educar en las virtudes individuales y políticas, es la vocación fundamental de la Iglesia en este sector (Discurso, 13 de mayo). 

JUNIO

*La Iglesia, Cuerpo de Cristo y templo del Espíritu Santo,  es la compañía fiable en la que hemos sido engendrados y educados para llegar a ser, en Cristo, hijos y herederos de Dios (Discurso, 11 de junio). 

SEPTIEMBRE

*La Iglesia es nuestra familia, en la que el amor al Señor y a los hermanos, sobre todo en la participación en la Eucaristía, nos hace experimentar la alegría de poder gustar ya desde ahora la vida futura, que estará totalmente iluminada por el amor (Homilía, 2 de septiembre). 

*Sentirse Iglesia es para todos una vocación a la santidad; es compromiso diario de construir la comunión y la unidad venciendo toda resistencia y superando toda incomprensión (Homilía, 2 de septiembre). 

*En la Iglesia aprendemos a amar educándonos en la acogida gratuita del prójimo, en la atención solícita a quienes atraviesan dificultades, a los pobres y a los últimos (Homilía, 2 de septiembre). 

*La Iglesia, al difundir la verdad revelada, sirve a todos los miembros de la sociedad, iluminando los fundamentos de la moral y de la ética, purificando la razón y garantizando que permanezca abierta a la consideración de las verdades últimas y actúe con sabiduría (Discurso, 15 de septiembre). 

*El amor hace vivir a la Iglesia, y puesto que es eterno, la hace vivir siempre, hasta el final de los tiempos (Homilía, 23 de septiembre). 

OCTUBRE

*La Iglesia no ambiciona poder, ni pretende privilegios, ni aspira a posiciones de ventaja económica o social. Su único objetivo es servir al hombre, inspirándose como norma suprema de conducta, en las palabras y en el ejemplo de Jesucristo (discurso, 4 de octubre). 

*La Iglesia tiene la misión de alimentar siempre la fe y la esperanza del pueblo cristiano (Homilía, 21 de octubre). 

*La libertad de acción de la Iglesia, además de ser un derecho inalienable, es condición primordial para llevar a cabo su misión entre el pueblo, incluso en circunstancias difíciles (Discurso, 27 de octubre). 

NOVIEMBRE

*La Iglesia es la porción de la humanidad en la que ya se manifiesta la realeza de Cristo, que tiene como expresión privilegiada la paz (Homilía, 25 de noviembre). 

DICIEMBRE

*Mediante la Iglesia, Cristo quiere hablar a la humanidad y salvar a los hombres de hoy. Y lo hace saliendo a su encuentro, “para buscar y salvar lo que estaba perdido” (Homilía, 1 de diciembre). 

AÑO 2008 

FEBRERO 

*La Iglesia, centrando su mirada en Jesucristo, tiende a hacer el bien, a promover la dignidad de la persona y, sembrando sentimientos de comprensión, misericordia y reconciliación, contribuye a la mejora del hombre y de la sociedad (Mensaje, 20 de febrero). 

ABRIL

*La Iglesia desea contribuir a la construcción de un mundo cada vez más digno de la persona humana (Discurso, 16 de abril). 

*Todas las actividades de la Iglesia nacen de su conciencia de ser portadora de un mensaje que tiene su origen en Dios mismo (Discurso, 17 de abril). 

*La Iglesia está llamada en todo tiempo y lugar a crecer en la unidad mediante una constante conversión a Cristo (Homilía, 17 de abril). 

*La Iglesia, como “pueblo unido por la unidad del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo” (LG, 4), está llamada a proclamar el don de la vida, a proteger la vida y a promover una cultura de la vida (Homilía, 19 de abril). 

*La tarea educativa es parte integrante de la misión de la Iglesia (Audiencia, 30 de abril). 

JUNIO

*La Iglesia, dotada como está por su Señor de una carga espiritual que se renueva continuamente, puede ejercer un influjo positivo también en el ámbito social, porque promueve una humanidad renovada y relaciones abiertas y constructivas, respetando y sirviendo en primer lugar a los últimos y a los más débiles (Homilía, 14 de junio). 

NOVIEMBRE

*Una enseñanza parcial o incompleta del mensaje evangélico no se corresponde con la misión propia de la Iglesia ni puede ser fecunda (Discurso, 10 de noviembre). 

DICIEMBRE

*La Iglesia en el ejercicio de lo que le es propia, busca en todo momento promover la dignidad de la persona y elevarla de modo integral para el beneficio de todos (Discurso, 5 de diciembre). 

*La Iglesia y todo cristiano tienen precisamente la tarea de hacer presente a Dios en este mundo, de tratar de abrir a los hombres el acceso a Dios (Mensaje, 7 de diciembre). 

AÑO 2009 

ENERO

*Para cumplir su misión, la Iglesia necesita fortalecer sus vínculos de comunión con su Señor, que la reúne y la envía entre los hombres (Discurso, 24 de enero). 

*La Iglesia desea dar testimonio de Cristo poniéndose al servicio de todo hombre (Discurso, 26 de enero).

FEBRER0

*Los objetivos de la Iglesia –en el marco de su misión de carácter religioso y espiritual-  y del Estado, pese a ser distintos, convergen en un punto: el bien de la persona y el bien común de la nación (Discurso, 9 de febrero).

ABRIL

*La Iglesia que nunca puede confundirse con la comunidad política, converge con el Estado en el fomento de la dignidad de la persona y en la búsqueda del bien común de la sociedad (Discurso, 3 de abril).

*La Iglesia católica, a la vez que sostiene e impulsa esta visión positiva del papel de la religión en la sociedad, no desea interferir en la debida autonomía de las instituciones civiles (Discurso, 3 de abril).

*La Iglesia y la comunidad política están y deben sentirse, aunque por diversos títulos, al servicio de la vocación personal y social de los mismos hombres (Discurso, 3 de abril).

MAYO

*Una Iglesia en misión relativiza sus problemas internos y mira con esperanza e ilusión al porvenir (Discurso, 18 de mayo).

*La Iglesia no desempeña la función de preparar el regreso de un Jesús “ausente”, sino que, al contrario, vive y actúa para proclamar su “presencia gloriosa” de manera histórica y existencial (Homilía, 24 de mayo).

*La Iglesia es una comunión: comunión de personas que mediante la acción del Espíritu Santo, forman el pueblo de Dios, que es al mismo tiempo el Cuerpo de Cristo (Discurso, 26 de mayo).

*La Iglesia no es, por lo tanto, el resultado de una suma de individuos, sino una unidad entre quienes se alimentan de la única Palabra de Dios y del único Pan de vida (Discurso, 26 de mayo). 

JUNIO

*Al amor a Cristo va inevitablemente unido el amor a su Iglesia –guiada y animada por el poder del Espíritu Santo- en la que cada uno de nosotros tiene una función y una misión que cumplir (Discurso, 21 de junio).

*La Iglesia tiene una responsabilidad respecto a la creación y la debe hacer  valer en público. Y al hacerlo, no sólo debe defender la tierra, el agua y el aire como dones de la creación que pertenecen a todos. Debe proteger sobre todo al hombre contra la destrucción de sí mismo (Encíclica-51, 29 de junio).

*La misión de la Iglesia tiene como finalidad iluminar con la luz del Evangelio a todos los pueblos en su camino histórico hacia Dios, para que en él tengan su realización plena y su cumplimiento (Mensaje, 29 de junio).

*La Iglesia no actúa para extender su poder o afirmar su dominio, sino para llevar a todos a Cristo, salvación del mundo (Mensaje, 29 de junio).

*La Iglesia tiene como misión “contagiar” de esperanza a todos los pueblos (Mensaje, 29 de junio).

*La Iglesia, germen de esperanza por vocación, debe continuar el servicio de Cristo al mundo (Mensaje, 29 de junio).

*La misión y el servicio de la Iglesia no son a  medida de las necesidades materiales  o incluso espirituales que se agotan en el marco de la existencia temporal, sino de  una salvación trascendente en el reino de Dios (Mensaje, 29 de junio).

*La Iglesia busca transformar el mundo con la proclamación del Evangelio del amor (Mensaje, 29 de junio).

*La misión de la Iglesia consiste en llamar a todos los pueblos a la salvación realizada por Dios a través de su Hijo encarnado (Mensaje, 29 de junio).

SEPTIEMBRE

*La Iglesia no pide privilegios, sino sólo poder trabajar libremente al servicio de todos con espíritu evangélico (Homilía, 26 de septiembre).

*Este es el anuncio de salvación, antiguo y siempre nuevo, que la Iglesia proclama de generación en generación: Cristo crucificado y resucitado, esperanza de la humanidad (Homilía, 27 de septiembre). 

OCTUBRE

*La Iglesia nunca es un grupo cerrado en sí mismo, que vive para sí mismo, como uno de los muchos grupos que existen en el mundo, sino que se caracteriza por la universalidad de la caridad, de la responsabilidad respecto al prójimo (Meditación, 5 de octubre).

*Esto es la Iglesia en el mundo: comunidad de personas reconciliadas, artífices de justicia y de paz (Homilía, 25 de octubre).

*La Iglesia reconciliada es una poderosa levadura de reconciliación en cada país (Homilía, 25 de octubre).

*La comunidad eclesial, siguiendo las huellas de su Maestro y Señor, está llamada a recorrer decididamente el camino del servicio, a compartir hasta el fondo la condición de los hombres y las mujeres de su tiempo, para testimoniar a todos el amor de Dios  así sembrar esperanza (Homilía, 25 de octubre). 

NOVIEMBRE

*No es competencia de la Iglesia intervenir directamente en la política de los Estados o en la construcción de estructuras políticas adecuadas (Discurso, 13 de noviembre).

*La Iglesia con la fuerza de su anuncio defiende los derechos verdaderos y se compromete por la justicia (Discurso, 13 de noviembre).

*Al prestar una atención amorosa al hombre, la Iglesia siente latir dentro de sí la plenitud del amor suscitada por el Espíritu Santo, el cual ayuda al hombre a liberarse de las opresiones materiales, a la vez que asegura consuelo y apoyo al alma, liberándola de los males que la afligen (Discurso, 13 de noviembre).

*La enseñanza de la Iglesia, debido a su origen –Dios-, a su contenido –la verdad- y a su punto de apoyo –la conciencia- encuentra un eco profundo y persuasivo en el corazón de cada persona, creyente o no creyente (Discurso, 14 de noviembre).

*La Iglesia no pretende interferir en las decisiones políticas, ella, respetuosa del saber y del resultado de las ciencias, así como de las decisiones determinadas por la razón cuando son responsablemente iluminadas por valores auténticamente humanos, se une al esfuerzo por eliminar el hambre (Discurso, 16 de noviembre).

*la Iglesia católica estará siempre atenta a los esfuerzos para vencer el hambre; trabajará por sostener, con la palabra y con las obras, la acción solidaria que los distintos componentes de la comunidad internacional están llamados a emprender (Discurso, 16 de noviembre). 

DICIEMBRE

*Todos juntos somos familia de Dios, hermanos y hermanas en virtud de un único Padre (Discurso, 21 de diciembre). 

AÑO 2010

ENERO

*La Iglesia está abierta a todos porque en Dios existe para los demás (Discurso, 11 de enero).  

FEBRERO

*Con demasiada frecuencia la doctrina de la Iglesia se percibe como una serie de prohibiciones y posiciones retrógradas, mientras que en realidad, como sabemos, es creativa y vivificante, y está orientada a la realización más plena del gran potencial de bien y de felicidad que Dios ha infundido en cada uno de nosotros (Discurso, 5 de febrero).

*La Iglesia ofrece al mundo una visión positiva y estimulante de la vida humana, la belleza del matrimonio y la alegría de la paternidad. Esta visión hunde sus raíces en el amor infinito, transformador y ennoblecedor de Dios por nosotros, que nos abre los ojos para reconocer y amar su imagen en nuestro prójimo (Discurso, 5 de febrero).

*La comunión eclesial nace del encuentro con el Hijo de Dios, Jesucristo, que en el anuncio de la Iglesia llega a los hombres y crea la comunión con él mismo y, por tanto, con el Padre y el Espíritu Santo (Mensaje, 6 de febrero).

*La Iglesia, a la que se ha confiado la tarea de prolongar en el espacio y el tiempo la misión de Cristo, no puede desatender estas dos obras esenciales: evangelización y cuidado de los enfermos en el cuerpo y en el espíritu (Homilía, 11 de febrero). 

*A través de los siglos, la Iglesia muestra los signos del amor de Dios, que sigue obrando maravillas en las personas humildes y sencillas (Homilía, 11 de febrero). 

ABRIL

*En la Iglesia Cristo no está nunca ausente: la Iglesia es su Cuerpo vivo y la Cabeza de la Iglesia es él, presente y operante en ella, Cristo no está nunca ausente; al contrario, está presente de una forma totalmente libre de los límites del espacio y del tiempo, gracias al acontecimiento de la Resurrección (Audiencia, 14 de abril).

*La Iglesia, por tanto, se complace de estar al servicio de todos los componentes de la sociedad. Sin embargo, no parece inútil subrayar que, como institución, tiene derecho a expresarse públicamente. Comparte ese derecho con todas las personas e instituciones, para poder dar su opinión sobre las cuestiones de interés común (Discurso, 24 de abril).

*La Iglesia respeta la libertad de todos de pensar de otra manera y querría que también se respetara su derecho de expresión. La Iglesia es depositaria de una enseñanza, de un mensaje religioso que ha recibido de Jesucristo (Discurso, 24 de abril).

*La Iglesia, al tener como objetivo el bien común, sólo reclama la libertad de poder proponer este mensaje, sin imponerlo a nadie, respetando la libertad de las conciencias (Discurso, 24 de abril).

*José De Veuster se convirtió en quien hoy llamamos «san Damián» alimentándose de esta enseñanza eclesial de manera radical. El destino excepcional de este hombre muestra hasta qué punto el Evangelio suscita una ética  amiga de la persona, sobre todo de las necesitadas o marginadas (Discurso, 24 de abril).  

MAYO

*La Iglesia, y en particular la comunidad monástica, constituyen una prefiguración en la tierra de esta meta final. Es una anticipación imperfecta, marcada por límites y pecados y, por tanto, necesitada siempre de conversión y purificación (Homilía, 3 de mayo). 

*¿La Iglesia, por tanto, es un lugar de esperanza? Sí, pues de ella nos llega siempre y de nuevo la Palabra de Dios, que nos purifica y nos muestra el camino de la fe. Lo es, puesto que en ella el Señor sigue dándose a sí mismo, en la gracia de los sacramentos, en la palabra de la reconciliación, en los múltiples dones de su consolación (Mensaje, 10 de mayo).  

*La Iglesia, enraizada en la historia, está abierta a colaborar con quien no excluye ni reduce al ámbito privado la esencial consideración del sentido humano de la  vida (Discurso, 11 de mayo). 

*La Iglesia también está interesada en desempeñar su propio papel en la formación intelectual y humana, sobre todo en la educación de los jóvenes en los valores de respeto, solidaridad y solicitud por los más desfavorecidos (Discurso, 20 de mayo).

*La Iglesia nunca llega a ser prisionera de fronteras políticas, raciales y culturales; no se puede confundir con los Estados ni tampoco con las Federaciones de Estados, porque su unidad es de otro tipo y aspira a cruzar todas las fronteras humanas (Homilía, 26 de mayo).

*La Iglesia es por naturaleza una y múltiple, destinada como está a vivir en todas las naciones, en todos los pueblos, y en los contextos sociales más diversos (Homilía, 26 de mayo).

*La Iglesia, por su naturaleza, es misionera, está llamada a anunciar el Evangelio en todas partes y siempre, a transmitir la fe a todo hombre y mujer, y en toda cultura (Discurso, 31 de mayo). 

JUNIO

*La Iglesia, siguiendo a Cristo,  ve el amor a Dios y al prójimo como un motor poderoso y capaz de ofrecer auténtica energía, que podrá irrigar el ámbito social, jurídico, cultural, político y económico (Discurso, 12 de junio). 

SEPTIEMBRE

*La Iglesia no puede sustraerse a la misión de anunciar a Cristo y su Evangelio como verdad salvadora, fuente de nuestra felicidad definitiva como individuos, y fundamento de una sociedad justa y humana (Discurso, 18 de septiembre). 

*Para la Iglesia la misión evangelizadora, continuación de la obra que quiso Jesús nuestro Señor, es necesaria e insustituible, expresión de su misma naturaleza (Carta Apostólica, 21 de septiembre). 

*La presencia de la Iglesia, en cuanto pueblo de Dios que camina en la historia en medio de todos los demás pueblos, es fuente de confianza y de esperanza (Mensaje, 27 de septiembre). 

*Dejando transparentar el rostro de Cristo, la Iglesia es la juventud del mundo (Discurso, 27 de septiembre). 

*La Iglesia se funda sobre la Palabra de Dios, nace y vive de ella (Exhortación Apostólica-3, 30 de septiembre). 

*Mediante la obra del Espíritu Santo y bajo la guía del Magisterio, la Iglesia transmite a todas las generaciones cuanto ha sido revelado en Cristo (Exhortación Apostólica-18, 30 de septiembre).  

*La Iglesia vive con la certeza de que su Señor, que habló en el pasado, no cesa de comunicar hoy su Palabra en la Tradición viva de la Iglesia y en la Sagrada Escritura (Exhortación Apostólica-18, 30 de septiembre). 

*La pastoral de la Iglesia debe saber mostrar que Dios escucha la necesidad del hombre y su clamor (Exhortación Apostólica-23, 30 de septiembre).  

*Es precisamente la fe de la Iglesia quien reconoce en la Biblia la Palabra de Dios; como dice admirablemente san Agustín: «No creería en el Evangelio si no me moviera la autoridad de la Iglesia católica» (Exhortación Apostólica-29, 30 de septiembre). 

*Es el Espíritu Santo, que anima la vida de la Iglesia, quien hace posible la interpretación auténtica de las Escrituras. La Biblia es el libro de la Iglesia, y su verdadera hermenéutica brota de su inmanencia en la vida eclesial (Exhortación Apostólica-29, 30 de septiembre). 

*Lo que la Iglesia anuncia al mundo es el Logos de la esperanza; el hombre necesita la «gran esperanza» para poder vivir el propio presente, la gran esperanza que es el Dios que tiene un rostro humano y que nos ha amado hasta el extremo (Exhortación Apostólica-91, 30 de septiembre).

*Por eso la Iglesia es misionera en su esencia. No podemos guardar para nosotros las palabras de vida eterna que hemos recibido en el encuentro con Jesucristo: son para todos, para cada hombre. Toda persona de nuestro tiempo, lo sepa o no, necesita este anuncio (Exhortación Apostólica-91, 30 de septiembre).

*Nos corresponde a nosotros la responsabilidad de transmitir lo que, a su vez, hemos recibido por gracia (Exhortación Apostólica-91, 30 de septiembre).

*La Iglesia, como misterio de comunión, es toda ella misionera y, cada uno en su propio estado de vida, está llamado a dar una contribución incisiva al anuncio cristiano (Exhortación Apostólica-94, 30 de septiembre).

*La Iglesia no puede limitarse en modo alguno a una pastoral de «mantenimiento» para los que ya conocen el Evangelio de Cristo. El impulso misionero es una señal clara de la madurez de una comunidad eclesial (Exhortación Apostólica-95, 30 de septiembre).  

*La Iglesia ha de ir hacia todos con la fuerza del Espíritu y seguir defendiendo proféticamente el derecho y la libertad de las personas de escuchar la Palabra de Dios, buscando los medios más eficaces para proclamarla, incluso con riesgo de sufrir persecución. La Iglesia se siente obligada con todos a anunciar la Palabra que salva (Exhortación Apostólica-95, 30 de septiembre). 

*Ciertamente, no es una tarea directa de la Iglesia el crear una sociedad más justa, aunque le corresponde el derecho y el deber de intervenir sobre las cuestiones éticas y morales que conciernen al bien de las personas y los pueblos (Exhortación Apostólica-100, 30 de septiembre).

*La Iglesia no puede decepcionar a los pobres: «Los pastores están llamados a escucharlos, a aprender de ellos, a guiarlos en su fe y a motivarlos para que sean artífices de su propia historia» (Exhortación Apostólica-107, 30 de septiembre).

*La Iglesia es también consciente de que existe una pobreza como virtud, que se ha de ejercitar y elegir libremente, como lo han hecho muchos santos; y de que existe una miseria, que con frecuencia es el resultado de injusticias y provocada por el egoísmo, que comporta indigencia y hambre, y favorece los conflictos (Exhortación Apostólica-107, 30 de septiembre).

 OCTUBRE

*La misión no puede limitarse a una simple búsqueda de nuevas técnicas y formas que hagan a la Iglesia más atractiva y capaz de vencer la competencia con otros grupos religiosos o con ideologías relativistas (Discurso, 4 de octubre).

*La Iglesia no trabaja para ella misma: está al servicio de Jesucristo; existe para hacer que la Buena Nueva sea accesible para todas las personas (Discurso, 4 de octubre).

*La Iglesia es católica justamente porque invita a todo ser humano a experimentar la nueva existencia en Cristo. La misión, por tanto, no es más que la consecuencia natural de la propia esencia de la Iglesia, un servicio del ministerio de la unión que Cristo quiso llevar a cabo en su cuerpo crucificado (Discurso, 4 de octubre).

*La Iglesia, Cuerpo místico de Cristo, presente simultáneamente en todas partes, alimenta la capacidad de relaciones más fraternas y más humanas, proponiéndose como lugar de comunión entre los creyentes y a la vez como signo e instrumento de la vocación de todos a la comunión (Discurso, 7 de octubre).

*La fuerza de la Iglesia es Cristo, y en su nombre «busca» al hombre por las calles del mundo para salvarlo del mysterium iniquitatis, que obra en él insidiosamente.

*Si bien la Iglesia y el Estado son independientes y autónomos en su propio campo, ambos están llamados a desarrollar una colaboración leal y respetuosa para servir la vocación personal y social de las mismas personas (Discurso, 7 de octubre).

*En el cumplimiento de su misión específica de anunciar la Buena Nueva de Jesucristo, la Iglesia busca responder a las expectativas y a los interrogantes de los hombres, apoyándose también en valores y principios éticos y antropológicos que están inscritos en la naturaleza del ser humano (discurso, 7 de octubre).

 *Cuando la Iglesia alza su voz frente a los grandes retos y problemas actuales, como las guerras, el hambre, la pobreza extrema de tantos, la defensa de la vida humana desde su concepción hasta su ocaso natural, o la promoción de la familia fundada en el matrimonio entre un hombre y una mujer y primera responsable de la educación de los hijos, no actúa por un interés particular o por principios que sólo pueden percibir los que profesan una determinada fe religiosa. Respetando las reglas de la convivencia democrática, lo hace por el bien de toda la sociedad y en nombre de valores que toda persona puede compartir con su recta razón (Discurso, 7 de octubre).

*La Iglesia, desde su competencia específica, con independencia y libertad, trata de  servir a la promoción del bien común en todas sus dimensiones y al fomento de aquellas condiciones que consientan en los hombres y mujeres el desarrollo integral de sus personas, impregnando para ello el contexto social con la luz que promana de su vocación renovadora en medio del mundo (Discurso, 18 de octubre).

*La Iglesia evangelizando y dando testimonio de amor a Dios y a todo hombre sin excepción alguna, se convierte en elemento eficaz para la erradicación de la pobreza y en acicate vigoroso para luchar contra la violencia, la impunidad y el narcotráfico, que tantos estragos están causando, sobre todo entre los jóvenes (Discurso, 18 de octubre).

*La Iglesia al contribuir en la medida de sus posibilidades al cuidado de los enfermos y ancianos, o a la reconstrucción de las regiones devastadas por las catástrofes naturales, quiere seguir el ejemplo de su Divino Fundador, que no le permite permanecer ajena a las aspiraciones y dinamismos del ser humano, ni mirar con indiferencia cuando se debilitan exigencias tan primordiales como la equitativa distribución de la riqueza, la honradez en el desempeño de las funciones públicas o la independencia de los tribunales de justicia (Discurso, 18 de octubre).

*Tampoco deja de sentirse interpelada la comunidad eclesial cuando a muchos falta una vivienda digna o no tienen un empleo que les procure su realización personal y el mantenimiento de sus familias, viéndose obligados a emigrar fuera de la Patria (Discurso, 18 de octubre).

*La labor materna de la Iglesia en su afán constante de defender la inviolable dignidad de la vida humana desde su concepción a su ocaso natural, el valor de la familia fundada en el matrimonio entre un hombre y una mujer, y el derecho de los padres a educar a su prole según sus propias convicciones morales y espirituales, crea un clima en donde el verdadero espíritu religioso se funde con el denuedo por alcanzar metas cada vez más altas de bienestar y progreso, abriendo a la Nación a un dilatado horizonte de esperanzas (Discurso, 18 de octubre).

*La Iglesia sólo anhela poder servir a los fieles y a todos aquellos que le abran las puertas de su corazón, con la mano tendida y siempre dispuesta a fortalecer todo lo que promueva la educación de las nuevas generaciones, el cuidado de los enfermos y ancianos, el respeto a los pueblos indígenas y sus legítimas tradiciones, la erradicación de la pobreza, el narcotráfico y la corrupción, la atención a los presos, desplazados, emigrantes y trabajadores, así como la asistencia a las familias necesitadas (Discurso, 18 de octubre)

*Deseo manifestar nuevamente el interés que la Iglesia tiene por tutelar y fomentar la inviolable dignidad de la persona humana, para lo cual es esencial que el ordenamiento jurídico respete la ley natural en áreas tan esenciales como la salvaguarda de la vida humana, desde su concepción hasta su término natural; el derecho a nacer y a vivir en una familia fundada en el matrimonio entre un hombre y una mujer o el derecho de los padres a que sus hijos reciban una educación acorde con sus propios criterios morales o creencias. Todos ellos son pilares insustituibles en la edificación de una sociedad verdaderamente digna del hombre y de los valores que le son consustanciales (Discurso, 18 de octubre).

*De hecho, el compromiso de la Iglesia local para trabajar por el bien de la sociedad está bien ilustrado por la gran variedad de apostolados en los que está comprometida (Discurso, 21 de octubre).

*La Iglesia, por medio de su red de escuelas y sus programas educativos contribuye en gran medida a la formación moral y espiritual de los jóvenes Discurso, 21 de octubre).

*La Iglesia a través de su trabajo por el diálogo interreligioso intenta romper barreras entre pueblos y fomentar la cohesión social basada en el respeto mutuo y en el aumento de la comprensión (Discurso, 21 de octubre).

*La Iglesia en su acción caritativa busca ayudar a los pobres y los necesitados, especialmente refugiados y trabajadores inmigrantes que tan a menudo se encuentran en los márgenes de la sociedad (Discurso, 21 de octubre).

*De todas esas formas, la Iglesia local ayuda a nutrir y promover los valores de la solidaridad y la fraternidad que son esenciales para el bien común de cualquier comunidad humana (Discurso, 21 de octubre).

*Con su presencia en el foro internacional, la Santa Sede pone todo su empeño en servir a la causa de la promoción integral del hombre y de los pueblos. Debería ser convicción de todos que los obstáculos a esta promoción no son solo de orden económico, sino que dependen de actitudes y valores más profundos: los valores morales y espirituales que determinan el comportamiento de cada ser humano para consigo mismo, los demás y la creación entera (Discurso, 22 de octubre).

*Cuando la Iglesia promueve la conciencia de que estos mismos valores deben inspirar la vida pública y particular, habla no por ambiciones políticas, sino para ser fiel a la misión que su divino Fundador le ha confiado (Discurso, 22 de octubre).

*La Iglesia no representa modelos parciales y pasajeros de sociedad, sino que tiende a la transformación de los corazones y de las mentes, para que el hombre pueda descubrirse y reconocerse a sí mismo en la verdad plena de su humanidad (Discurso, 22 de octubre).

*Dado que su misión es de carácter moral y religioso, la Iglesia respeta el área específica de responsabilidad del Estado. Al mismo tiempo anima a los cristianos a asumir plenamente sus responsabilidades como ciudadanos para, juntamente con los demás, contribuir eficazmente al bien común y a las grandes causas del hombre (Discurso, 22 de octubre).

*De una colaboración respetuosa y de un leal entendimiento entre la Iglesia y el poder civil, se podrían derivar beneficios para la sociedad (Discurso, 22 de octubre).

*La misión específica de la Iglesia católica, que ejerce en cualquier lugar del mundo, es la de anunciar el Evangelio y de llevar a todo hombre la salvación que viene del Señor Jesús (Discurso, 22 de octubre).

*Mirar a la Iglesia como misterio de comunión que, por su naturaleza, está destinado a todo el hombre y a todos los hombres (Ángelus, 24 de octubre).

*En todo tiempo y en todo lugar la Iglesia está presente y actúa para acoger a todo hombre y ofrecerle en Cristo la plenitud de la vida (Ángelus, 24 de octubre).

*La tarea misionera no es revolucionar el mundo, sino transfigurarlo, tomando la fuerza de Jesucristo (Ángelus, 24 de octubre).

*La Iglesia, en su misión de fecundar y fermentar la sociedad humana con el Evangelio, enseña al hombre su dignidad de hijo de Dios y su vocación a la unión con todos los hombres, de los que se desprenden las exigencias de justicia y de paz social, conforme a la sabiduría divina (Discurso, 28 de octubre).

NOVIEMBRE

*La Iglesia es ese abrazo de Dios en el que los hombres aprenden también a abrazar a sus hermanos, descubriendo en ellos la imagen y semejanza divina, que constituye la verdad más profunda de su ser, y que es origen de la genuina libertad (Discurso, 6 de noviembre).

*La Iglesia, que desea servir con todas sus fuerzas a la persona humana y su dignidad, está al servicio de ambas, de la verdad y de la libertad. No puede renunciar a ellas, porque está en juego el ser humano, porque le mueve el amor al hombre, “que es la única criatura en la tierra a la que Dios ha amado por sí misma” [Gaudium et spes, 24], y porque sin esa aspiración a la verdad, a la justicia y a la libertad, el hombre se perdería a sí mismo (Discurso, 6 de noviembre).

*Que la alegría de sentiros hijos queridos de Dios os lleve también a un amor cada vez más entrañable a la Iglesia, cooperando con ella en su labor de llevar a Cristo a todos los hombres (Discurso, 6 de noviembre).

*Al mismo tiempo, la Iglesia lleva a cabo su propio camino interior, aquél que la conduce a través de la fe, la esperanza y el amor, a hacerse transparencia de Cristo para el mundo. Ésta es su misión y éste es su camino: ser cada vez más, en medio de los hombres, presencia de Cristo, “a quien Dios ha hecho para nosotros sabiduría, justicia, santificación y redención” [1 Co 1,30] (Discurso, 6 de noviembre).

*La aportación de la Iglesia se centra en una realidad tan sencilla y decisiva como ésta: que Dios existe y que es Él quien nos ha dado la vida. Solo Él es absoluto, amor fiel e indeclinable, meta infinita que se trasluce detrás de todos los bienes, verdades y bellezas admirables de este mundo; admirables pero insuficientes para el corazón del hombre (Homilía, 6 de noviembre).

*Esto es lo que la Iglesia desea aportar: velar por Dios y velar por el hombre, desde la comprensión que de ambos se nos ofrece en Jesucristo (Homilía, 6 de noviembre).

*La Iglesia no tiene consistencia por sí misma; está llamada a ser signo e instrumento  de Cristo, en pura docilidad a su autoridad y en total servicio a su mandato. El único Cristo funda la única Iglesia; Él es la roca sobre la que se cimienta nuestra fe (Homilía, 7 de noviembre).

*La iglesia quiere dialogar con todos, en la búsqueda de la verdad; pero para que el diálogo y la comunicación sean eficaces y fecundos es necesario sintonizarse en una misma frecuencia, en ámbitos de encuentro amistoso y sincero (Discurso, 15 de noviembre).

*La Iglesia, llamada a vivir y caminar según el mandamiento del Señor, en el cual se resumen toda la ley y los profetas. Estar unidos a Cristo en la fe y en comunión con él significa estar «arraigados y cimentados en el amor» (Ef 3, 17), el tejido que une a todos los miembros del Cuerpo de Cristo (Homilía, 20 de noviembre).

*En la Iglesia nadie es amo, sino que todos son llamados, todos son enviados, todos son alcanzados y guiados por la gracia divina (Homilía, 20 de noviembre).

*En todos los tiempos la Iglesia se ha esforzado por conformarse a esta lógica y por testimoniarla para hacer transparentar el verdadero «señorío de Dios», el del amor (Homilía, 20 de noviembre).

*Para ser ese fermento, la Iglesia siempre debe tratar de encontrar su propia voz, porque es a través de la proclamación como el Evangelio trae sus frutos que cambian la vida (Mc 16, 15-16). Esta voz se expresa en el compromiso moral y espiritual de las vidas de los creyentes (Discurso, 29 de noviembre).

*No es sorprendente, ya que la comunidad política y la Iglesia, aun debidamente diferentes, están sin embargo ambas al servicio del desarrollo integral de todo ser humano y de la sociedad en su conjunto (Discurso, 29 de noviembre).

*Un área específica en la que la Iglesia debe encontrar siempre su propia voz viene en el campo de las comunicaciones sociales y los medios de comunicación. La tarea que tiene por delante el conjunto de la comunidad católica es transmitir una visión llena de esperanza de la fe y la virtud para que los filipinos puedan encontrar aliento y guía en su camino a una vida plena en Cristo (Discurso, 29 de noviembre).

*Es importante que el laicado católico competente en comunicaciones sociales ocupe su propio lugar en la propuesta del mensaje cristiano de una manera convincente y atractiva (Discurso, 29 de noviembre).

*Un tercer aspecto de la misión de la Iglesia de proclamar la palabra de Dios que da vida se encuentra en su compromiso con las preocupaciones sociales y económicas, en particular respecto a los más pobres y débiles de la sociedad (Discurso, 29 de noviembre).

*La Iglesia ha promovido siempre el respeto de la persona humana en su integridad y en su dimensión espiritual, como un elemento esencial común a todas las culturas que se expresa en la búsqueda personal de lo sagrado y en la práctica religiosa (Discurso, 29 de noviembre).

DICIEMBRE

*La Iglesia católica se compromete a gran escala con sus instituciones en el campo de la educación escolar y de la cultura, además de la asistencia social y de este modo contribuye a la construcción moral, verdaderamente útil a su país (Discurso, 2 de diciembre).

*Es innegable la aportación que las comunidades religiosas dan a la sociedad. Son muchas las instituciones caritativas y culturales que dan testimonio del papel constructivo de los creyentes en la vida social (Mensaje, 8 de diciembre).

*El diálogo entre los seguidores de las diferentes religiones constituye para la Iglesia un instrumento importante para colaborar con todas las comunidades religiosas al bien común (Mensaje, 8 de diciembre).

*La Iglesia no rechaza nada de lo que en las diversas religiones es verdadero y santo. Con eso no se quiere señalar el camino del relativismo o del sincretismo religioso (Mensaje, 8 de diciembre).

*La Iglesia «anuncia y tiene la obligación de anunciar sin cesar a Cristo, que es “camino, verdad y vida” (Jn 14, 6), en quien los hombres encuentran la plenitud de la vida religiosa, en quien Dios reconcilió consigo todas las cosas» (Mensaje, 8 de diciembre).

*La Iglesia se prohíbe actuar como un lobby, preocupada sólo por sus intereses, y sin embargo trabaja, bajo la mirada de Aquel que es el Creador de todos los hombres, queriendo honrar la dignidad de cada uno (Discurso, 16 de diciembre).

*El compromiso de la Iglesia en la formación y en la educación, así como en el ámbito caritativo, sanitario y social, demuestra su voluntad de colaborar con el Estado, preservando la naturaleza particular de sus estructuras (Discurso, 20 de diciembre).

*La Iglesia, la gran familia universal de los creyentes en Cristo (Mensaje, 25 de diciembre).

AÑO 2011

ENERO

*Por otra parte, se puede constatar por todo el mundo la fecunda labor de la Iglesia católica en estos ámbitos (social, caritativo y educativo) (Discurso, 10 de enero).

*La religión no constituye un problema para la sociedad, no es un factor de perturbación o de conflicto. Quisiera repetir que la Iglesia no busca privilegios, ni quiere intervenir en cuestiones extrañas a su misión, sino simplemente cumplirla con libertad (Discurso, 10 de enero).

*Las comunidades cristianas, con su patrimonio de valores y principios, han contribuido mucho a que las personas y los pueblos hayan tomado conciencia de su propia identidad y dignidad, así como a la conquista de instituciones democráticas y a la afirmación de los derechos del hombre con sus respectivas obligaciones (Discurso, 10 de enero).

FEBRERO

*El reconocimiento de la libertad religiosa permite a la comunidad eclesial realizar sus múltiples actividades, que benefician a toda la sociedad. (Discurso, 3 de febrero).

MARZO

*Nosotros estamos en este vínculo de la paz que es la Iglesia; es el gran vínculo que nos une con Cristo (Discurso, 4 de marzo).

*La unidad de la Iglesia no deriva de un «molde» impuesto desde el exterior, sino que es fruto de una concordia, de un compromiso común de comportarse como Jesús, con la fuerza de su Espíritu (Discurso, 4 de marzo).

ABRIL

*La Iglesia pretende ir más allá de la mera ayuda externa y material, y apuntar al corazón de la caridad cristiana, para la cual el prójimo es ante todo una persona, un hijo de Dios, siempre necesitado de fraternidad, respeto y acogida en cualquier situación en que se encuentre (Discurso, 16 de abril).

*La Iglesia ofrece algo que le es connatural y que beneficia a las personas y las naciones: ofrece a Cristo, esperanza que alienta y fortalece, como un antídoto a la decepción de otras propuestas fugaces y a un corazón carente de valores, que termina endureciéndose hasta el punto de no saber percibir ya el genuino sentido de la vida y el porqué de las cosas (Discurso, 16 de abril).

*En su preocupación por cada ser humano de manera concreta y en todas sus dimensiones, la Iglesia vela por sus derechos fundamentales, en diálogo franco con todos los que contribuyen a que sean efectivos y sin reducciones (Discurso, 16 de abril).

*La Iglesia vela por el derecho a la vida humana desde su comienzo a su término natural, porque la vida es sagrada y nadie puede disponer de ella arbitrariamente (Discurso, 16 de abril).

*La Iglesia vela por la protección y ayuda a la familia, y aboga por medidas económicas, sociales y jurídicas para que el hombre y la mujer que contraen matrimonio y forman una familia tengan el apoyo necesario para cumplir su vocación de ser santuario del amor y de la vida (Discurso, 16 de abril).

*La Iglesia aboga también por una educación que integre los valores morales y religiosos según las convicciones de los padres, como es su derecho, y como conviene al desarrollo integral de los jóvenes. (Discurso, 16 de abril).

*La Iglesia no es una asociación cualquiera que se ocupa de las necesidades religiosas de los hombres y, por eso mismo, no limita su cometido sólo a dicha asociación. No, ella conduce al hombre al encuentro con Dios y, por tanto, con el principio de todas las cosas (Homilía, 23 de abril).

MAYO

*La Iglesia no busca privilegios ni pretende asumir las responsabilidades que corresponden a las instituciones políticas; respetando la legítima laicidad del Estado, está atenta a sostener los derechos fundamentales del hombre (Discurso, 26 de mayo).

*La Iglesia prolonga en el tiempo y en el espacio la misión salvadora de Cristo: quiere llegar a todo ser humano, movida por el deseo de que cada persona llegue a conocer que nada puede separarlo del amor de Cristo (Discurso, 27 de mayo).

JUNIO

*La Iglesia no ignora que todo lo que favorece la concordia y la fraternidad, la erradicación de la pobreza, el incremento de la justicia y el diálogo, así como el afianzamiento del mutuo entendimiento, abre horizontes luminosos de futuro y enaltece al ser humano, de quien jamás debe olvidarse que es imagen de Dios (Discurso, 9 de junio).

*La Iglesia no pide la concesión de privilegios particulares. Ella desea ser fiel a su propia finalidad y servir a cada persona sin distinción, según la misión confiada por Cristo  (Discurso, 9 de junio).

*Motivados por el amor de Cristo, y actuando sobre la base de la dignidad humana compartida por todos los miembros de la familia humana, la Iglesia desea contribuir de muchas maneras al bien de la sociedad (Discurso, 9 de junio).

*La Iglesia, respetuosa de la legítima autonomía de la que debe gozar el poder civil, colabora con él, al servicio del hombre, en la defensa de sus derechos fundamentales, de aquellas instancias éticas que están inscritas en su misma naturaleza (Discurso, 19 de junio).

*Además,  la Iglesia pide para la familia el debido reconocimiento y un apoyo efectivo. De hecho, sabemos bien que en el contexto actual se pone en tela de juicio la institución familiar, casi en un intento de ignorar su irrenunciable valor (Discurso, 19 de junio).

JULIO

*La Iglesia no posee en sí misma el principio vital, sino que depende de Cristo, de quien es signo e instrumento eficaz. En la relación con el Señor Jesús encuentra su identidad más profunda: ser don de Dios para la humanidad, prolongando la presencia y la obra de salvación del Hijo de Dios por medio del Espíritu Santo (Discurso, 2 de julio).

*La Iglesia es esencialmente un misterio de amor al servicio de la humanidad con vistas a su santificación (Discurso, 2 de julio).

*El ser Iglesia, por tanto, no viene sólo de una fuerza organizativa nuestra, humana, sino que encuentra su manantial y su verdadero significado en la comunión de amor del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo: este amor eterno es la fuente de la que procede la Iglesia, y la Trinidad santísima es el modelo de unidad en la diversidad y genera y plasma la Iglesia como misterio de comunión (Discurso, 2 de julio).

*Es importante destacar que la Iglesia no es una organización social, filantrópica, como muchas otras: es la comunidad de Dios, es la comunidad que cree, que ama, que adora al Señor Jesús y abre las «velas» al soplo del Espíritu Santo, y por esto es una comunidad capaz de evangelizar y de humanizar (Discurso, 2 de julio).

AGOSTO

*La Iglesia, haciendo presente en el tiempo el misterio de la eternidad de Dios (Mensaje, 10 de agosto).

*En la comunidad eclesial la pro-existencia del Hijo de Dios nos alcanza; en ella la vida eterna, a la que toda la existencia está destinada, se hace experimentable ya desde ahora (Mensaje, 10 de agosto).

*La Iglesia no es una simple institución humana, como otra cualquiera, sino que está estrechamente unida a Dios. El mismo Cristo se refiere a ella como «su» Iglesia. No se puede separar a Cristo de la Iglesia, como no se puede separar la cabeza del cuerpo [cf. 1Co 12,12]. La Iglesia no vive de sí misma, sino del Señor. Él está presente en medio de ella, y le da vida, alimento y fortaleza (Homilía, 21 de agosto).

SEPTIEMBRE

*Mediante sus parroquias, escuelas y orfanatos, así como sus hospitales, clínicas y dispensarios, la Iglesia da una inestimable contribución al bienestar no sólo de los católicos, sino también de la sociedad en general. Entre esas instituciones de vuestra región ocupan un lugar especial las escuelas (Discurso, 8 de septiembre).

*Los recursos concretos más significativos de las Iglesias que pastoreáis no son los edificios, las escuelas, los orfanatos, los conventos o parroquias, sino los hombres, las mujeres y los niños de la Iglesia en la India que hacen vida la fe, que dan testimonio de la presencia amorosa de Dios a través de vidas de santidad (Discurso, 19 de septiembre).

*La enorme bendición de la fe en Dios y en su Hijo, Jesucristo, de quien los miembros de la Iglesia dan testimonio, les motiva a obrar de forma altruista, amable, amorosa y caritativa (Discurso, 19 de septiembre).

*Más importante todavía es que la Iglesia en la India proclama su fe y su amor a la sociedad en general, concretándolos a través del interés por todas las personas, en todo aspecto de su vida espiritual y material (Discurso, 19 de septiembre).

*La Iglesia católica es amiga de los pobres. Como Cristo, ella acoge sin excepciones a cuantos se le acercan para escuchar el mensaje divino de paz, esperanza y salvación (Discurso, 19 de septiembre).

*Además, si las Iglesias locales garantizan el ofrecimiento de una formación apropiada a quienes, motivados auténticamente por el amor a Dios y al prójimo, desean convertirse en cristianos, esas Iglesias locales permanecerán fieles al mandato de Cristo de enseñar «a todas las naciones» [cf. Mt 28, 19] (Discurso, 19 de septiembre).

*Dios acoge a todos, sin distinción, en la unión con él, a través de la Iglesia (Discurso, 19 de septiembre).

 *La Iglesia es esa comunidad de vida con Jesucristo y de uno para con el otro, que está fundada en el Bautismo y se profundiza cada vez más en la Eucaristía. “Yo soy la verdadera vid”; pero esto significa en realidad: “Yo soy vosotros y vosotros sois yo”; una identificación inaudita del Señor con nosotros, con su Iglesia (Homilía, 22 de septiembre).

*Cristo mismo preguntó a Saulo, el perseguidor de la Iglesia, antes de llegar a Damasco: “¿Por qué me persigues?” (Hch 9, 4). De ese modo, el Señor señala el destino común que se deriva de la íntima comunión de vida de su Iglesia con Él, el Resucitado. En este mundo, Él continúa viviendo en su Iglesia. Él está con nosotros, y nosotros con Él: “¿Por qué me persigues?” (Homilía, 22 de septiembre).

*En definitiva, es a Jesús a quien los perseguidores de la Iglesia quieren atacar. Y, al mismo tiempo, esto significa que no estamos solos cuando nos oprimen a causa de nuestra fe. Jesucristo está en nosotros y con nosotros (Homilía, 22 de septiembre).

*La Iglesia es el “sacramento universal de salvación” (Lumen gentium 48) que existe para los pecadores, para nosotros, para abrirnos el camino de la conversión, de la curación y de la vida. Ésta es la constante y gran misión de la Iglesia, que le ha sido confiada por Cristo (Homilía, 22 de septiembre).

*Algunos miran a la Iglesia, quedándose en su apariencia exterior. De este modo, la Iglesia aparece únicamente como una organización más en una sociedad democrática, a tenor de cuyas normas y leyes se juzga y se trata una figura tan difícil de comprender como es la “Iglesia” (Homilía, 22 de septiembre).

*La insatisfacción y el desencanto se difunden si no se realizan las propias ideas superficiales y erróneas acerca de la “Iglesia” y los “ideales sobre la Iglesia” que cada uno tiene (Homilía, 22 de septiembre).

*Permanecer en Cristo significa, como ya hemos visto, permanecer también en la Iglesia (Homilía, 22 de septiembre).

*La Iglesia como mensajera de la Palabra de Dios y dispensadora de los sacramentos nos une a Cristo, la verdadera vid (Homilía, 22 de septiembre).

*Con la Iglesia y en la Iglesia podemos anunciar a todos los hombres que Cristo es la fuente de la vida, que Él está presente, que Él es la gran realidad que buscamos y anhelamos. Él se entrega a sí mismo y así nos da a Dios, la felicidad, el amor (Homilía, 22 de septiembre).

*La verdadera crisis de la Iglesia en el mundo occidental es una crisis de fe. Si no llegamos a una verdadera renovación en la fe, toda reforma estructural será ineficaz (Discurso, 24 de septiembre).

*Desde hace decenios, asistimos a una disminución de la práctica religiosa, constatamos un creciente distanciamiento de una notable parte de los bautizados de la vida de la Iglesia (Discurso, 25 de septiembre).

*A la beata Madre Teresa le preguntaron una vez cuál sería, según ella, lo primero que se debería cambiar en la Iglesia. Su respuesta fue: Usted y yo (Discurso, 25 de septiembre).

*Iglesia no son sólo los demás, la jerarquía, el Papa y los obispos; la Iglesia somos todos nosotros, los bautizados (Discurso, 25 de septiembre).

*Por lo que se refiere al motivo fundamental del cambio, éste consiste en la misión apostólica de los discípulos y de la Iglesia misma. En efecto, la Iglesia debe verificar constantemente su fidelidad a esta misión (Discurso, 25 de septiembre).

*La misión de la Iglesia se deriva del misterio del Dios uno y trino, del misterio de su amor creador. Y el amor no está presente en Dios sólo de un modo cualquiera: Él mismo lo es, es por su naturaleza amor. Y el amor de Dios no quiere quedarse aislado en sí mismo, sino que por su naturaleza quiere difundirse (Discurso, 25 de septiembre).

*La Iglesia no posee nada por sí misma ante Aquel que la ha fundado, de modo que se pudiera decir: ¡La hemos hecho muy bien! Su sentido consiste en ser instrumento de la redención, en dejarse impregnar por la Palabra de Dios y en introducir al mundo en la unión de amor con Dios (Discurso, 25 de septiembre).

*La Iglesia se sumerge en la atención condescendiente del Redentor para con los hombres. Cuando es realmente Ella misma, está siempre en movimiento, debe ponerse constantemente al servicio de la misión que ha recibido del Señor (Discurso, 25 de septiembre).

*En el desarrollo histórico de la Iglesia se manifiesta, sin embargo, también una tendencia contraria, es decir, la de una Iglesia satisfecha de sí misma, que se acomoda en este mundo, es autosuficiente y se adapta a los criterios del mundo (Discurso, 25 de septiembre).

*Para corresponder a su verdadera tarea, la Iglesia debe hacer una y otra vez el esfuerzo de desprenderse de esta secularización suya y volver a estar de nuevo abierta a Dios. Con esto sigue las palabras de Jesús: “No son del mundo, como tampoco yo soy del mundo” (Jn 17,16), y es precisamente así como Él se entrega al mundo (Discurso, 25 de septiembre).

*Las secularizaciones –sea que consistan en expropiaciones de bienes de la Iglesia o en supresión de privilegios o cosas similares– han significado siempre una profunda liberación de la Iglesia de formas mundanas: se despoja, por decirlo así, de su riqueza terrena y vuelve a abrazar plenamente su pobreza terrena (Discurso, 25 de septiembre).

*Liberada de fardos y privilegios materiales y políticos, la Iglesia puede dedicarse mejor y de manera verdaderamente cristiana al mundo entero; puede verdaderamente estar abierta al mundo. Puede vivir nuevamente con más soltura su llamada al ministerio de la adoración de Dios y al servicio del prójimo (Discurso, 25 de septiembre).

*La Iglesia se abre al mundo, no para obtener la adhesión de los hombres a una institución con sus propias pretensiones de poder, sino más bien para hacerles entrar en sí mismos y conducirlos así hacia Aquel del que toda persona puede decir con san Agustín: Él es más íntimo a mí que yo mismo (Discurso, 25 de septiembre).

*Una Iglesia aligerada de los elementos mundanos es capaz de comunicar a los hombres –tanto a los que sufren como a quienes los ayudan–, precisamente también en el ámbito social y caritativo, la particular fuerza vital de la fe cristiana (Discurso, 25 de septiembre).

*Sólo la profunda relación con Dios hace posible una plena atención al hombre, del mismo modo que sin una atención al prójimo se empobrece la relación con Dios (Discurso, 25 de septiembre).

*Estar abiertos a las vicisitudes del mundo significa por tanto para la Iglesia desligada del mundo testimoniar, según el Evangelio, con palabras y obras, aquí y ahora, la señoría del amor de Dios (Discurso, 25 de septiembre).

OCTUBRE

*La Iglesia está llamada a seguir a su divino Maestro, que recapitula todas las cosas en sí mismo, y a dar testimonio de la paz que sólo él puede dar (Discurso, 7 de octubre).

*La renovación de la Iglesia pasa también a través del testimonio ofrecido por la vida de los creyentes: con su misma existencia en el mundo, los cristianos están llamados efectivamente a hacer resplandecer la Palabra de verdad que el Señor Jesús nos dejó (Carta  Apostólica, 11 de octubre).

*La Iglesia, abrazando en su seno a los pecadores, es a la vez santa y siempre necesitada de purificación, y busca sin cesar la conversión y la renovación (Carta Apostólica, 11 de octubre).

*La Iglesia en el día de Pentecostés muestra con toda evidencia esta dimensión pública del creer y del anunciar a todos sin temor la propia fe. Es el don del Espíritu Santo el que capacita para la misión y fortalece nuestro testimonio, haciéndolo franco y valeroso (Carta Apostólica, 11 de octubre).

*La Iglesia, por tanto, no se limita a recordar a los hombres la justa distinción entre la esfera de autoridad del César y la de Dios, entre el ámbito político y el religioso (Homilía, 16 de octubre).

*La misión de la Iglesia, como la de Cristo, es esencialmente hablar de Dios, hacer memoria de su soberanía, recordar a todos, especialmente a los cristianos que han perdido su identidad, el derecho de Dios sobre lo que le pertenece, es decir, nuestra vida (Homilía, 16 de octubre).

*No es deber de la Iglesia definir las vías para afrontar la crisis actual. Sin embargo, los cristianos tienen el deber de denunciar los males, de testificar y tener vivos los valores en los que se fundamenta la dignidad de la persona, y de promover aquellas formas de solidaridad que favorecen el bien común, para que la humanidad se convierta en la familia de Dios (Discurso, 15 de octubre).

*Al actuar como voz de los que no la tienen y defendiendo los derechos de los débiles, incluyendo los pobres, los enfermos, los no nacidos, los ancianos y los miembros de grupos minoritarios que sufren injusta discriminación, la Iglesia pretende promover siempre la justicia natural así como su derecho y deber de hacerlo (Discurso, 21 de octubre).

*Mientras reconoce con humildad que sus propios miembros no siempre viven en los altos niveles que ella plantea, la Iglesia no puede hacer otra cosa que continuar instando a todo el mundo, sus propios miembros inclusive, a buscar qué se puede hacer de acuerdo con la justicia y la recta razón y oponiéndose a lo que le es contrario (Discurso, 21 de octubre).

*El magisterio social de la Iglesia pone mucho énfasis en el bien común, así como en el bien integral de los individuos, y en la atención necesaria siempre para discernir si los derechos percibidos están verdaderamente de acuerdo con los principios naturales (Discurso, 21 de octubre)

*La Iglesia espera que el Estado, a su vez, reconozca que una sana laicidad no debe considerar la religión como un simple sentimiento individual que se puede relegar al ámbito privado, sino como una realidad que, al estar también organizada en estructuras visibles, necesita que se reconozca su presencia comunitaria pública (Discurso, 31 de octubre).

*Corresponde al Estado garantizar la posibilidad del libre ejercicio de culto de cada confesión religiosa, así como sus actividades culturales, educativas y caritativas, siempre que ello no esté en contraste con el orden moral y público (Discurso, 31 de octubre).

*La contribución de la Iglesia no se limita a iniciativas asistenciales, humanitarias y educativas concretas, sino que incluye, sobre todo, el crecimiento ético de la sociedad, impulsado por las múltiples manifestaciones de apertura a lo trascendente y por medio de la formación de conciencias sensibles al cumplimiento de los deberes de solidaridad (Discurso, 31 de octubre).

*La Iglesia «no puede ni debe sustituir al Estado. Pero tampoco puede ni debe quedarse al margen en la lucha por la justicia» (Deus caritas est, 28), por lo cual siempre se mostrará feliz de contribuir a la asistencia a los más necesitados, ayudándoles a librarse de su situación de indigencia, pobreza y exclusión (Discurso, 31 de octubre).

NOVIEMBRE

*En el Credo profesamos la Iglesia «santa», santa en cuanto que es el Cuerpo de Cristo, es instrumento de participación en los santos Misterios —en primer lugar, la Eucaristía— y familia de los santos, a cuya protección se nos encomienda en el día del Bautismo (Angelus, 1 de noviembre.

 *La Iglesia es también una comunidad cultural y de este modo influye en las sociedades donde se halla presente. Sin embargo, está convencida de que no sólo ha creado aspectos culturales comunes de diversas formas en los distintos países, y de que a su vez ha sido plasmada por sus tradiciones (Discurso, 7 de noviembre).

*Hoy se vuelve a discutir de valores fundamentales del ser humano, en los que se trata de la dignidad del hombre en cuanto tal. Aquí la Iglesia, más allá del ámbito de su fe, considera que tiene el deber de defender, en la totalidad de nuestra sociedad, las verdades y los valores en los que está en juego la dignidad del hombre en cuanto tal (Discurso, 7 de noviembre).

*La Iglesia acompaña al Estado en su misión; quiere ser como el alma de ese cuerpo, indicando incansablemente lo esencial: Dios y el hombre (Discurso, 19 de noviembre)

*Conviene repetir que, distinguiendo el papel de los Pastores y el de los fieles laicos, la misión de la Iglesia no es de orden político. Su función es educar al mundo en el sentido religioso proclamando a Cristo (Exhort. Apost. Africae Munus 23, 19 de noviembre).

*La Iglesia desea ser signo y salvaguarda de la trascendencia de la persona humana. Por eso debe educar a los hombres a buscar la verdad suprema ante lo que ellos son y sus interrogantes, para encontrar soluciones justas a sus problemas (Exhort. Apost. Africae Munus 23, 19 de noviembre).

DICIEMBRE

*El compromiso social de la Iglesia no es sólo algo humano, ni se resuelve en una teoría social. La transformación de la sociedad, realizada por los cristianos a través de los siglos, es una respuesta a la venida al mundo del Hijo de Dios: el esplendor de tal Verdad y Caridad ilumina toda la cultura y sociedad (Discurso, 2 de diciembre).

*En todas las épocas la Iglesia es sostenida por la luz y la fuerza de Dios, que la alimenta en el desierto con el pan de su Palabra y de la santa Eucaristía (Discurso, 8 de diciembre).

*En toda tribulación, a través de todas las pruebas que encuentra a lo largo de los tiempos y en las diversas partes del mundo, la Iglesia sufre persecución pero resulta vencedora (Discurso, 8 de diciembre).

*La comunidad cristiana es la presencia, la garantía del amor de Dios contra todas las ideologías del odio y del egoísmo (Discurso, 8 de diciembre).

*La única insidia que la Iglesia puede y debe temer es el pecado de sus miembros (Discurso, 8 de diciembre).

*La Iglesia es santa, pero al mismo tiempo, marcada por nuestros pecados (Discurso, 8 de diciembre).   

AÑO 2012

ENERO

*María es madre y modelo de la Iglesia, que acoge en la fe la Palabra divina y se ofrece a Dios como «tierra fecunda» en la que él puede seguir cumpliendo su misterio de salvación (Homilía  1 de enero).

*También la Iglesia participa en el misterio de la maternidad divina mediante la predicación, que esparce por el mundo la semilla del Evangelio, y mediante los sacramentos, que comunican a los hombres la gracia y la vida divina (Homilía, 1 de enero).

*La Iglesia, al igual que María, es mediadora de la bendición de Dios para el mundo: la recibe acogiendo a Jesús y la transmite llevando a Jesús. Él es la misericordia y la paz que el mundo no se puede dar por sí mismo y que es tan necesaria siempre, o más que el pan (Homilía).

*Para la Comunidad eclesial, educar para la paz forma parte de la misión que ha recibido de Cristo, forma parte integrante de la evangelización, porque el Evangelio de Cristo es también el Evangelio de la justicia y la paz (Homilía, 1 de enero).

*La Iglesia, con su larga tradición de respeto de la correcta relación entre fe y razón, tiene un papel fundamental que desempeñar al oponerse a las corrientes culturales que, sobre la base de un individualismo extremo, buscan promover conceptos de libertad separados de la verdad moral (Audiencia, 19 de enero).

*El testimonio de la Iglesia, por lo tanto, es público por naturaleza. La Iglesia busca convencer proponiendo argumentos racionales en el ámbito público (Audiencia, 19 de enero).

*La separación legítima entre Iglesia y Estado no puede interpretarse como si la Iglesia debiera callar sobre ciertas cuestiones, ni como si el Estado pudiera elegir no implicar, o ser implicado, por la voz de los creyentes comprometidos a determinar los valores que deberían forjar el futuro de la nación (Audiencia, 19 de enero).

*En el acto de la última Cena, Jesús crea la Iglesia. Porque, ¿qué es la Iglesia sino la comunidad de los discípulos que, mediante la fe en Jesucristo como enviado del Padre, recibe su unidad y se ve implicada en la misión de Jesús de salvar el mundo llevándolo al conocimiento de Dios? Aquí encontramos realmente una verdadera definición de la Iglesia (Audiencia, 25 de enero).

*La Iglesia nace de la oración de Jesús. Y esta oración no es solamente palabra: es el acto en que él se “consagra” a sí mismo, es decir, “se sacrifica” por la vida del mundo (Audiencia, 25 de enero).

*La Iglesia se convierte entonces en el lugar donde continúa la misión misma de Cristo: sacar al «mundo» de la alienación del hombre de Dios y de sí mismo, es decir, sacarlo del pecado, para que vuelva a ser el mundo de Dios (Audiencia, 25 de enero). 

FEBRERO

*La Iglesia no tiene como principal vocación transformar el orden político o cambiar el tejido social. Quiere aportar la luz de Cristo. Es él quien trasformará todo y a todos (Discurso, 10 de febrero).

*La Iglesia misma es como una ventana, el lugar en el que Dios se acerca, se encuentra con el mundo (Homilía, 19 de febrero).

*La Iglesia no existe por sí misma, no es el punto de llegada, sino que debe remitir más allá, hacia lo alto, por encima de nosotros (Homilía, 19 de febrero).

*La Iglesia es verdaderamente ella misma en la medida en que deja trasparentar al Otro – con la «O» mayúscula – del cual proviene y al cual conduce (Homilía, 19 de febrero).

*La Iglesia es el lugar donde Dios «llega» a nosotros, y desde donde nosotros «partimos» hacia él; ella tiene la misión de abrir más allá de sí mismo ese mundo que tiende a creerse un todo cerrado y llevarle la luz que viene de lo alto, sin la cual sería inhabitable (Homilía, 19 de febrero).

*Todo en la Iglesia se apoya sobre la fe: los sacramentos, la liturgia, la evangelización, la caridad. También el derecho, también la autoridad en la Iglesia se apoya sobre la fe (Homilía, 19 de febrero).

*La Iglesia no se da a sí misma las reglas, el propio orden, sino que lo recibe de la Palabra de Dios, que escucha en la fe y trata de comprender y vivir (Homilía, 19 de febrero).

MARZO

*La Iglesia tiene la gran responsabilidad de educar las conciencias, educar en la responsabilidad moral y desenmascarar el mal, desenmascarar esta idolatría del dinero, que esclaviza a los hombres sólo por él; desenmascarar también las falsas promesas, la mentira, la estafa, que está detrás de la droga (Entrevista, 23 de marzo).

*La Iglesia debe desenmascarar el mal, hacer presente la bondad de Dios, hacer presente su verdad, el verdadero infinito del cual tenemos sed. Es el gran deber de la Iglesia (Entrevista, 23 de marzo).

*La Iglesia no es un poder político, no es un partido, sino una realidad moral, un poder moral. Dado que la política debe ser fundamentalmente una realidad moral, la Iglesia, en este aspecto, tiene que ver fundamentalmente con la política (Entrevista, 23 de marzo).

*La Iglesia está siempre de la parte de la libertad: libertad de conciencia, libertad de religión (Entrevista, 23 de marzo).

*La renovación de la Iglesia pasa también por el testimonio que dan los cristianos mismos con su vida, para que resplandezca la Palabra de verdad que el Señor nos dejó (Video-mensaje 24 de marzo).

*La Virgen María, por su papel insustituible en el misterio de Cristo, representa la imagen y el modelo de la Iglesia. También la Iglesia, al igual que hizo la Madre de Cristo, está llamada a acoger en sí el misterio de Dios que viene a habitar en ella (Homilía, 26 de marzo).

*La Iglesia, cuerpo vivo de Cristo, tiene la misión de prolongar en la tierra la presencia salvífica de Dios, de abrir el mundo a algo más grande que sí mismo, al amor y la luz de Dios (Homilía, 26 de marzo).

*La Iglesia vive para hacer partícipes a los demás de lo único que ella tiene, y que no es sino Cristo, esperanza de la gloria (Homilía, 28 de marzo).

*Cuando la Iglesia pone de relieve este derecho (a la libertad religiosa), no está reclamando privilegio alguno. Pretende sólo ser fiel al mandato de su divino fundador, consciente de que donde Cristo se hace presente, el hombre crece en humanidad y encuentra su consistencia (Homilía, 28 de marzo).

ABRIL

*La Iglesia no sólo debe anunciar la Palabra, sino también realizar la Palabra, que es caridad y verdad (Audiencia, 25 de abril).

MAYO

*Aquí se nos revela la verdadera naturaleza escondida de la Iglesia. Aun constituyendo una comunidad compuesta por personas, es al mismo tiempo un misterio divino. Cuerpo de Cristo, casa de Dios, así la llama la Sagrada Escritura (Carta 3 de mayo).

*La Iglesia de Jesucristo no es simplemente un grupo de intereses, una empresa común, en una palabra, una forma de sociedad humana que, por tanto, podría estar formada y guiada según reglas seculares, políticas, con medios temporales (Carta, 3 de mayo).

JUNIO

*Cuando la Iglesia manifiesta su preocupación en el ámbito público, lo hace legítimamente y con el fin de contribuir al bien común, no proponiendo soluciones políticas concretas, sino más bien ayudando a purificar e iluminar la aplicación de la razón al descubrimiento de principios morales objetivos (Discurso, 9 de junio).

*Desde los primeros tiempos, la noción de koinonia o communio ha sido central en la comprensión que la Iglesia ha tenido de sí misma, de su relación con Cristo, su Fundador, y de los sacramentos que celebra, sobre todo la Eucaristía (Video Mensaje, 17 de junio).

*La Iglesia no es una comunidad de perfectos, sino de pecadores que se deben reconocer necesitados del amor de Dios, necesitados de ser purificados por medio de la Cruz de Jesucristo (Homilía, 29 de junio).

OCTUBRE

*La Iglesia no comienza con nuestro «hacer», sino con el «hacer» y el «hablar» de Dios (Meditación, 8 de octubre).

NOVIEMBRE

*Las notas características de la Iglesia responden al designio divino, como se afirma en el Catecismo de la Iglesia Católica: «Es Cristo, quien, por el Espíritu Santo, da a la Iglesia el ser una, santa, católica y apostólica, y Él es también quien la llama a ejercitar cada una de estas cualidades» [n. 811] (Discurso, 24 de noviembre).

*La Iglesia es católica porque Cristo abraza en su misión de salvación a toda la humanidad. Aunque la misión de Jesús en su vida terrena se limitaba al pueblo judío, «a las ovejas descarriadas de Israel» [Mt 15,24], sin embargo desde el inicio estaba orientada a llevar a todos los pueblos la luz del Evangelio y a hacer entrar a todas las naciones en el Reino de Dios (Discurso, 24 de noviembre).

*En efecto, en este nuevo reino, que la Iglesia anuncia y anticipa, y que vence la fragmentación y la dispersión, se entra precisamente siguiendo a Jesús, dejándose atraer dentro de su humanidad, y por tanto en la comunión con Dios (Discurso, 24 de noviembre).

*Jesús no envía su Iglesia a un grupo, sino a la totalidad del género humano para reunirlo, en la fe, en un único pueblo con el fin de salvarlo (Discurso, 24 de noviembre).

*La universalidad de la Iglesia proviene de la universalidad del único plan divino de salvación del mundo (Discurso, 24 de noviembre).

*La misión universal de la Iglesia no sube desde abajo, sino que desciende de lo alto, del Espíritu Santo, y está orientada desde el primer instante a expresarse en toda cultura para formar así el único Pueblo de Dios (Discurso, 24 de noviembre).

 *La Iglesia quiere suscitar en el corazón de cada creyente una conciencia mayor de que el encuentro con Cristo es la fuente de la verdadera vida y de una sólida esperanza (Homilía, 31 de diciembre).

*La Iglesia, que ha recibido de su Señor la misión de evangelizar, sabe bien que el Evangelio está destinado a todos los hombres, en particular a las nuevas generaciones, para saciar la sed de verdad que cada uno lleva en el corazón y que frecuentemente está ofuscada por las muchas cosas que ocupan la vida (Homilía, 31 de diciembre).

AÑO 2013

ENERO

*La salus animarum es la suprema ley en la Iglesia (Discurso, 26 de enero).

Recopilados por: P. Mariano Esteban Caro