Sumos Pontífices
Benedicto XVI
Libertad
AÑO 2005
JUNIO
*La mayor expresión de la libertad
no es la búsqueda del placer, sin llegar nunca a una verdadera decisión. La
auténtica expresión de la libertad es la capacidad de optar por un don
definitivo, en el que la libertad, dándose, se vuelve a encontrar plenamente a
sí misma (Discurso, 6 de junio).
AGOSTO
*Abrid las puertas de vuestra
libertad a su amor misericordioso (Discurso, 18 de agosto).
*La libertad no quiere decir gozar
de la vida, considerarse totalmente autónomo, sino orientarse según la medida
de la verdad y del bien, para llegar a ser, de esta manera, nosotros mismos,
verdaderos y buenos (Homilía, 21 de agosto).
*En realidad el hombre se hace libre
cuando se vincula, cuando tiene raíces, porque entonces puede crecer y madurar
(Discurso, 21 de agosto).
DICIEMBRE
*La libertad de un ser humano es la
libertad de un ser limitado y, por tanto, es limitada ella misma. Sólo podemos
poseerla como libertad compartida, en la comunión de las libertades: la
libertad sólo puede desarrollarse si vivimos, como debemos, unos con otros y
unos para otros (Homilía, 8 de diciembre).
*Sólo el hombre que se pone
totalmente en manos de Dios encuentra la verdadera libertad, la amplitud
grande y creativa de la libertad del bien (Homilía, 8 de diciembre).
AÑO 2006
ENERO
*Los
derechos fundamentales de los hombres son los mismos en todas las latitudes; y
entre ellos un lugar preeminente tiene que ser reconocido al derecho a la
libertad de religión, porque concierne a la relación humana más importante, la
relación con Dios (Discurso, 9 de enero).
FEBRERO
*Jesús es la estrella polar de la
libertad humana: sin él pierde su orientación, puesto que sin el conocimiento
de la verdad, la libertad se desnaturaliza, se aísla y se reduce a arbitrio
estéril (Discurso, 10 de febrero).
*Con
Cristo, la libertad se reencuentra, se
reconoce creada para el bien y se expresa mediante acciones y comportamientos
de caridad (Discurso, 10 de febrero).
MARZO
*Los mandamientos, si se analizan en
profundidad, son el instrumento que el Señor nos da para defender nuestra
libertad tanto de los condicionamientos internos de las pasiones como de os
abusos externos de los maliciosos (Homilía, 19 de marzo).
*Los “no” de los mandamientos son
otros tantos “sí” al crecimiento de nuestra libertad auténtica (Homilía, 19 de
marzo).
*La ley, más que una imposición, es
un don (Homilía, 19 de marzo).
ABRIL
*La libertad interior sólo puede
hallarse si Dios llega a ser nuestra riqueza; sólo puede hallarse en la
paciencia de las renuncias diarias, en las que se desarrolla como libertad
verdadera (Homilía, 9 de abril).
JULIO
*La
Iglesia no cesa de recordar que la verdadera
libertad del ser humano proviene de haber sido creado a imagen y semejanza de
Dios (Homilía, 9 de julio).
*Jesucristo es el hombre perfecto,
ejemplo de libertad filial, que nos enseña a comunicar a los demás su mismo
amor (Homilía, 9 de julio).
OCTUBRE
*Precisamente porque nos ama de
verdad, Dios respeta y salva nuestra libertad (Discurso, 19 de octubre).
DICIEMBRE
*¿El hombre puede vincularse para
siempre?, ¿Puede decir un “sí” para toda la vida? Sí puede. Ha sido creado
para esto. Precisamente así se realiza la libertad del hombre (Discurso, 22 de
diciembre).
AÑO
2007
ENERO
*Dios no actúa de modo mágico. Actúa
sólo con nuestra libertad (Homilía, 7 de enero).
*No podemos renunciar a nuestra
libertad. Dios interpela nuestra libertad, nos invita a cooperar con el fuego
del Espíritu Santo (Homilía, 7 de enero).
*Muy a menudo la libertad se
presente como la búsqueda frenética del placer o de nuevas experiencias. Pero
más que de una liberación se trata de una condena (Mensaje, 24 de enero).
*La verdadera libertad nunca
condenaría a un individuo –especialmente a un niño- a la búsqueda insaciable
de la novedad (Mensaje, 24 de enero).
*A la luz de la verdad, la auténtica
libertad se experimenta como una respuesta definitiva al “sí” de Dios a la
humanidad, que nos llama a elegir lo que es bueno, verdadero y bello, no de un
modo discriminado sino deliberadamente (Mensaje, 24 de enero).
FEBRERO
*Otra instancia fundamental del
sujeto es la libertad. Sin embargo, teniendo en cuenta que la libertad humana
siempre es una libertad compartida con los demás, es evidente que sólo se
puede lograr la armonía de las libertades en lo que es común a todos: la
verdad del ser humano, el mensaje fundamental del ser mismo, o sea,
precisamente la lex naturalis (Discurso, 12 de febrero).
MARZO
*Debemos comprender lo que es la
libertad y lo que es sólo apariencia de libertad. Podríamos decir que la
libertad es un trampolín para lanzarse al mar infinito de la bondad divina,
pero puede transformarse también en un plano inclinado por el cual deslizarse
al abismo del pecado y del mal, perdiendo así también la libertad y nuestra
dignidad (Homilía, 18 de marzo).
JULIO
*La libertad, como la vida misma del
hombre, cobra sentido por el amor (Ángelus, 1 de julio).
*La libertad cristiana no es en
absoluto arbitrariedad; es seguimiento de Cristo en la entrega de sí hasta el
sacrificio de la cruz (Ángelus, 1 de julio).
*Puede parecer una paradoja, pero el
Señor vivió el culmen de su libertad en la cruz, como cumbre del amor
(Ángelus, 1 de julio).
AÑO 2008
ENERO
*El hombre no es fruto del azar, ni
de una serie de circunstancias, ni de determinismos, ni de interacciones
físico-químicas; es un ser que goza de una libertad que, teniendo en cuenta su
naturaleza, la trasciende y es el signo del misterio de alteridad que lo
caracteriza (Discurso, 28 de enero).
*Esta libertad propia del ser humano
hace que pueda orientar su vida hacia un fin: hace que con los actos que
realiza, pueda dirigirse hacia la felicidad a la que está llamado para la
eternidad. Esta libertad muestra que la existencia del hombre tiene un sentido
(Discurso, 28 de enero).
*En el ejercicio de su libertad
también ejerce su responsabilidad sobre sus actos (Discurso, 28 de enero).
*El hombre tiene la capacidad
específica de discernir lo bueno y el bien (Discurso, 28 de enero).
ABRIL
*La libertad no es sólo un don, sino
también una llamada a la responsabilidad personal (Discurso, 16 de abril).
*La defensa de la libertad es una
llamada a cultivar la virtud, la autodisciplina, el sacrificio por el bien
común y un sentido de responsabilidad ante los menos afortunados (Discurso, 16
de abril).
*La “dictadura del relativismo”, al
fin y al cabo, no es más que una amenaza a la libertad humana, la cual madura
sólo en la generosidad y en la fidelidad a la verdad (Respuesta, 16 de abril).
*La libertad no es la facultad para
desentenderse de; es la facultad de comprometerse con, una participación en el
Ser mismo. Como resultado, la libertad auténtica jamás puede ser alcanzada
alejándose de Dios (Discurso, 17 de abril).
*La verdadera libertad es un don
gratuito de Dios, fruto de la conversión a su verdad, a la verdad que nos hace
libres. Y dicha libertad en la verdad lleva consigo un modo nuevo y liberador
de ver la realidad (Homilía, 19 de abril).
*La libertad es un valor delicado.
Puede ser malentendida y usada mal, de manera que no lleva a la felicidad que
todos esperamos, sino hacia un escenario oscuro de manipulación (Encuentro, 19
de abril).
*La auténtica liberta no es optar
por “desentenderse de”. Es decir “comprometerse con”; nada menos que salir de
sí mismos y ser incorporados en el “ser para los otros” de Cristo (Encuentro,
19 de abril).
SEPTIEMBRE
*Sed de verdad libres, o sea,
apasionados por la verdad (Discurso, 7 de septiembre).
AÑO 2009
ENERO
*La verdadera libertad del ser
humano proviene de haber sido creado a imagen y semejanza de Dios, y por ello
debe ejercerse con responsabilidad, optando siempre por el bien verdadero para
que se convierta en amor, en don de sí mismo (Discurso, 18 de enero).
FEBRERO
*El libertinaje no es libertad, sino
más bien el fracaso de la libertad (Lectio divina, 21 de febrero).
*La
libertad
se realiza paradójicamente mediante el
servicio: llegamos a ser libres si nos convertimos en siervos unos de otros (Lectio
divina, 21 de febrero).
*Si este Creador nos ama y nuestra
dependencia es estar en el espacio de su amor, en este caso la dependencia es
precisamente libertad (Lectio divina, 21 de febrero).
*Libertad humana es, por una parte,
estar en la alegría y en el espacio amplio del amor de Dios, pero implica
también ser uno con el otro y para el otro (Lectio divina, 21 de febrero).
*No hay libertad contra el otro (Lectio
divina, 21 de febrero).
*Sólo una libertad compartida es una
libertad humana; sólo estando juntos podemos entrar en la sinfonía de la
libertad (Lectio divina, 21 de febrero).
*Sólo aceptando al otro, sólo
aceptando también la aparente limitación que supone para mi libertad respetar
la libertad del otro, sólo insertándome en la red de dependencias que nos
convierte, en definitiva, en una sola familia humana, estoy en camino hacia la
liberación común (Lectio divina, 21 de febrero).
*El hombre necesita orden, derecho,
para que se pueda realizar su libertad, que es una libertad vivida en común (Lectio
divina, 21 de febrero).
*Servirnos unos a otros se convierte
en instrumentote libertad (Lectio divina, 21 de febrero).
*La primera realidad que hay que
respetar es, por tanto, la verdad: la libertad contra la verdad no es libertad
(Lectio divina, 21 de febrero).
*Servirnos unos a otros crea el
espacio común de la libertad (lectio divina, 21 de febrero).
ABRIL
*La libertad religiosa pertenece a
lo más esencial de cada persona, de cada pueblo y nación (Discurso, 3 de
abril).
*Se ha de asegurar a los creyentes
la plena garantía de manifestar públicamente su religión, ofreciendo también
su aportación a la edificación del bien común y del recto orden social en
cualquier ámbito de la vida, sin ningún tipo de restricción o coacción
(Discurso, 3 de abril).
JUNIO
*La libertad religiosa no significa
indiferentismo religioso y no comporta que todas las religiones sean iguales
(Encíclica-55, 29 de junio).
SEPTIEMBRE
*La verdadera libertad presupone la
búsqueda de la verdad -del verdadero bien- y, por tanto, encuentra su
realización precisamente en conocer y hacer lo que es recto y justo (Discurso,
26 de septiembre).
*La libertad debe reconquistarse
constantemente para el bien (Homilía, 27 de septiembre).
OCTUBRE
*La preservación de la libertad está
inseparablemente unida al respeto por la verdad y la búsqueda de la
prosperidad auténtica (Discurso, 2 de octubre).
AÑO 2010
ENERO
*La negación de Dios desfigura la
libertad de la persona humana, y devasta también la creación (Discurso, 11 de
enero).
*Como dice san Columbano:”Si
eliminas la libertad, eliminas la dignidad” (Discurso, 11 de enero).
*La libertad no puede ser absoluta,
ya que el hombre no es Dios, sino imagen de Dios, su criatura (Discurso, 11 de
enero).
FEBRERO
*La fidelidad al evangelio no limita
de ningún modo la libertad de los demás; al contrario, está al servicio de su
libertad porque les ofrece la verdad (Discurso, 1 de febrero).
JULIO
*Separada de la verdad, la libertad
se convierte trágicamente en principio de destrucción de la armonía interior
de la persona humana, fuente de prevaricación de los más fuertes y de los
violentos, y causa de sufrimientos y de lutos (Audiencia, 7 de julio).
*La libertad, como todas las
facultades de las que el hombre está dotado, crece y se perfecciona cuando el
hombre se abre a Dios, valorizando la disposición a la escucha de la voz
divina (Audiencia, 7 de julio).
AGOSTO
*El relativismo que se ha difundido,
y para el que todo da lo mismo y no existe ninguna verdad, ni un punto de
referencia absoluto, no genera verdadera libertad, sino inestabilidad,
desconcierto y un conformismo con las modas del momento (Mensaje, 6 de
agosto).
SEPTIEMBRE
*Jesús se manifiesta como
la Palabra de la
Nueva y Eterna Alianza: la libertad de Dios
y la libertad del hombre se encuentran definitivamente en su carne
crucificada, en un pacto indisoluble, válido para siempre (Exhortación
Apostólica-12, 30 de septiembre).
NOVIEMBRE
*Sólo donde existen el amor y la fidelidad, nace y perdura la verdadera
libertad (Homilía, 7 de noviembre).
DICIEMBRE
*Ciertamente no se espera que el Estado que imponga una determinada religión;
éste debería más bien garantizar la libertad de confesar y practicar la fe.
Con todo, política y fe cristiana se tocan (Discurso, 2 de diciembre).
*En
este contexto, la Autoridad pública ha de ser la primera en buscar lo que a
todos beneficia, obrando principalmente como una fuerza moral que potencie
la libertad
y el sentido de responsabilidad de cada uno. Y todo esto, sin menoscabar los
valores fundamentales que vertebran la inviolable dignidad de la persona,
comenzando por la firme salvaguarda de la vida humana (Discurso, 3 de
diciembre).
*En efecto, en la libertad religiosa se expresa la especificidad de la persona
humana, por la que puede ordenar la propia vida personal y social a Dios, a
cuya luz se comprende plenamente la identidad, el sentido y el fin de la
persona (Mensaje, 8 de diciembre).
*Negar o limitar de manera arbitraria esa libertad religiosa, significa
cultivar una visión reductiva de la persona humana, oscurecer el papel público
de la religión; significa generar una sociedad injusta, que no se ajusta a la
verdadera naturaleza de la persona humana;
significa hacer imposible la afirmación de una paz auténtica y estable
para toda la familia humana (mensaje, 8 de diciembre).
*El
derecho a la libertad religiosa se funda en la misma dignidad de la persona
humana,
cuya naturaleza trascendente no se puede ignorar o descuidar (Mensaje, 8 de
diciembre).
*La libertad religiosa está en el origen de la libertad moral.
En efecto, la apertura a la verdad y al bien, la apertura a Dios, enraizada en
la naturaleza humana, confiere a cada hombre plena dignidad, y es garantía del
respeto pleno y recíproco entre las personas (Mensaje, 8 de diciembre).
*Por tanto, la libertad religiosa se ha de entender no sólo como ausencia de
coacción, sino antes aún como capacidad de ordenar las propias opciones según
la verdad (Mensaje, 8 de diciembre).
*Entre libertad y respeto hay un vínculo inseparable; en efecto, «al ejercer
sus derechos, los individuos y grupos sociales están obligados por la ley
moral a tener en cuenta los derechos de los demás y sus deberes con relación a
los otros y al bien común de todos» (Mensaje, 8 de diciembre).
*Una libertad enemiga o
indiferente con respecto a
Dios termina por negarse a sí misma y no garantiza el pleno respeto del otro
(Mensaje, 8 de diciembre).
*Cuando se niega la libertad religiosa, cuando se intenta impedir la profesión
de la propia religión o fe y vivir conforme a ellas, se ofende la dignidad
humana, a la vez que se amenaza la justicia y la paz, que se fundan en el
recto orden social construido a la luz de la Suma Verdad y Sumo Bien (Mensaje,
8 de diciembre).
*La libertad religiosa significa también, en este sentido, una conquista de
progreso político y jurídico (mensaje, 8 de diciembre).
*La libertad religiosa es un bien esencial: toda persona ha de poder ejercer
libremente el derecho a profesar y manifestar, individualmente o
comunitariamente, la propia religión o fe, tanto en público como en privado,
por la enseñanza, la práctica, las publicaciones, el culto o la observancia de
los ritos (Mensaje, 8 de diciembre).
*Se puede decir que, entre los
derechos y libertades fundamentales enraizados en la dignidad de la persona,
la libertad religiosa goza de un estatuto especial. Cuando se reconoce
la libertad religiosa, la dignidad de la persona humana se respeta en su raíz,
y se refuerzan el ethos y las
instituciones de los pueblos (Mensaje, 8 de diciembre).
*La libertad religiosa no es patrimonio exclusivo de los creyentes, sino de
toda la familia de los pueblos de la tierra (Mensaje, 8 de diciembre).
*La libertad religiosa es un elemento imprescindible de un Estado de derecho;
no se puede negar sin dañar al mismo tiempo los demás derechos y libertades
fundamentales, pues es su síntesis y su cumbre (Mensaje, 8 de diciembre).
*Al mismo tiempo que la libertad religiosa favorece el ejercicio de las
facultades humanas más específicas, crea las condiciones necesarias para la
realización de un desarrollo integral,
que concierne de manera unitaria a la totalidad de la persona en todas sus
dimensiones (Mensaje, 8 de diciembre).
*La
libertad religiosa, como toda libertad, aunque proviene de la esfera personal,
se realiza en la relación con los demás. Una libertad sin relación no es una
libertad completa (Mensaje, 8 de diciembre).
*La libertad religiosa no se agota en la simple dimensión individual, sino que
se realiza en la propia comunidad y en la sociedad, en coherencia con el ser
relacional de la persona y la naturaleza pública de la religión (Mensaje, 8 de
diciembre).
*La relacionalidad es un
componente decisivo de la libertad religiosa, que impulsa a las comunidades de
los creyentes a practicar la solidaridad con vistas al bien común. En esta
dimensión comunitaria cada persona sigue siendo única e irrepetible y, al
mismo tiempo, se completa y realiza plenamente (Mensaje, 8 de diciembre).
*Más importante aún es la contribución ética de la religión en el ámbito
político. No se la debería marginar o prohibir, sino considerarla como una
aportación válida para la promoción del bien común (Mensaje, 8 de diciembre).
*La
instrumentalización de la libertad religiosa para enmascarar intereses
ocultos, como por ejemplo la subversión del orden constituido, la acumulación
de recursos o la retención del poder por parte de un grupo, puede provocar
daños enormes a la sociedad (Mensaje, 8 de diciembre).
*Es necesario que los Estados y las diferentes comunidades humanas no olviden
nunca que la libertad religiosa es
condición para la búsqueda de la verdad y que la verdad no se impone con la
violencia sino por «la fuerza de la misma verdad» (Mensaje, 8 de diciembre).
*La sociedad que quiere imponer o, al contrario, negar la religión con la
violencia, es injusta con la persona y con Dios, pero también consigo misma
(Mensaje, 8 de diciembre).
*La exclusión de la religión de la vida pública, priva a ésta de un espacio
vital que abre a la trascendencia. Sin esta experiencia primaria resulta
difícil orientar la sociedad hacia principios éticos universales, así como al
establecimiento de ordenamientos nacionales e internacionales en que los
derechos y libertades fundamentales puedan ser reconocidos y realizados
plenamente (Mensaje, 8 de diciembre).
*La misma determinación con la que se condenan todas las formas de fanatismo y
fundamentalismo religioso ha de animar la oposición a todas las formas de
hostilidad contra la religión, que limitan el papel público de los creyentes
en la vida civil y política (Mensaje, 8 de diciembre).
*Al no ser la dimensión religiosa una creación del Estado, no puede ser
manipulada, sino que más bien debe reconocerla y respetarla (Mensaje, 8 de
diciembre).
*El ordenamiento jurídico en todos los niveles, nacional e internacional,
cuando consiente o tolera el fanatismo religioso o antirreligioso, no cumple
con su misión, que consiste en la tutela y promoción de la justicia y el
derecho de cada uno. Éstas últimas no pueden quedar al arbitrio del legislador
o de la mayoría porque, como ya enseñaba Cicerón, la justicia consiste en algo
más que un mero acto productor de la ley y su aplicación (Mensaje, 8 de
diciembre).
*La justicia implica el
reconocimiento de la dignidad de cada
uno, la cual, sin libertad religiosa garantizada y vivida en su
esencia, resulta mutilada y vejada, expuesta al peligro de caer en el
predominio de los ídolos, de bienes relativos transformados en absolutos. Todo
esto expone a la sociedad al riesgo de totalitarismos políticos e ideológicos,
que enfatizan el poder público, mientras se menoscaba y coarta la libertad de
conciencia, de pensamiento y de religión, como si fueran rivales (Mensaje, 8
de diciembre).
*Como ya he afirmado, se dan también formas más sofisticadas de hostilidad
contra la religión, que en los Países occidentales se expresan a veces
renegando de la historia y de los símbolos religiosos, en los que se reflejan
la identidad y la cultura de la mayoría de los ciudadanos. Son formas que
fomentan a menudo el odio y el prejuicio, y no coinciden con una visión serena
y equilibrada del pluralismo y la laicidad de las instituciones, además del
riesgo para las nuevas generaciones de perder el contacto con el precioso
patrimonio espiritual de sus Países.
*La defensa de la religión pasa a través de la defensa de los derechos y de
las libertades de las comunidades religiosas (Mensaje, 8 de diciembre).
*Que los líderes de las grandes religiones del mundo y los responsables de las
naciones, renueven el compromiso por la promoción y tutela de la libertad
religiosa, en particular, por la defensa de las minorías religiosas, que no
constituyen una amenaza contra la identidad de la mayoría, sino que, por el
contrario, son una oportunidad para el diálogo y el recíproco enriquecimiento
cultural (Mensaje, 8 de diciembre).
*La defensa de la libertad religiosa representa la manera ideal para
consolidar el espíritu de benevolencia, de apertura y de reciprocidad con el
que se tutelan los derechos y libertades fundamentales en todas las áreas y
regiones del mundo (mensaje, 8 de diciembre).
*Expreso también mi deseo de que en Occidente, especialmente en Europa, cesen
la hostilidad y los prejuicios contra los cristianos, por el simple hecho de
que intentan orientar su vida en coherencia con los valores y principios
contenidos en el Evangelio. Que Europa sepa más bien reconciliarse con sus
propias raíces cristianas, que son fundamentales para comprender el papel que
ha tenido, que tiene y que quiere tener en la historia; de esta manera, sabrá
experimentar la justicia, la concordia y la paz, cultivando un sincero diálogo
con todos los pueblos (Mensaje, 8 de diciembre).
*El fanatismo, el fundamentalismo, las prácticas
contrarias a la dignidad humana, nunca se pueden justificar y mucho menos si
se realizan en nombre de la religión (Mensaje, 8 de diciembre).
*La profesión de una religión no se puede instrumentalizar ni imponer por la
fuerza (Mensaje, 8 de diciembre).
*La religión es una fuerza
positiva
y promotora de la construcción de la
sociedad civil y política (Mensaje, 8 de diciembre).
*Las comunidades cristianas, con su patrimonio de valores y principios, han
contribuido mucho a que las personas y los pueblos hayan tomado conciencia de
su propia identidad y dignidad, así como a la conquista de instituciones
democráticas y a la afirmación de los derechos del hombre con sus respectivas
obligaciones (Mensaje, 8 de diciembre).
*El patrimonio de principios y valores expresados
en una religiosidad auténtica es una riqueza para los pueblos y su
ethos.
Se dirige directamente a la conciencia y a la razón de los hombres y mujeres,
recuerda el imperativo de la conversión moral, motiva el cultivo y la práctica
de las virtudes y la cercanía hacia los demás con amor, bajo el signo de la
fraternidad, como miembros de la gran familia humana (Mensaje, 8 de
diciembre).
*La dimensión pública de la religión ha de ser
siempre reconocida, respetando la laicidad positiva de las instituciones
estatales. Para dicho fin, es fundamental
un sano diálogo
entre las instituciones civiles y las religiosas
para el desarrollo integral de la persona humana y la armonía de la sociedad
(Mensaje, 8 de diciembre).
*La libertad religiosa es, por tanto, un derecho, además de individual, de la
familia, de los grupos religiosos y de la Iglesia, y el Estado está llamado a
tutelar no sólo los derechos de los creyentes a la libertad de conciencia y de
religión, sino también el papel legítimo de la religión y de las comunidades
religiosas en la esfera pública (Discurso, 17 de diciembre).
*El recto ejercicio y el correspondiente reconocimiento de este derecho a la
libertad religiosa permiten a la sociedad valerse de los recursos morales y de
la generosa actividad de los creyentes (Discurso, 17 de diciembre).
*No se puede pensar en conseguir el auténtico progreso social, recorriendo el
camino de la marginación o incluso del rechazo explícito del factor religioso,
como en nuestros tiempos se tiende a hacer con diversas modalidades. Una de
estas es, por ejemplo, el intento de eliminar de los lugares públicos la
exposición de los símbolos religiosos, el primero de ellos el Crucifijo, que
es ciertamente el emblema por excelencia de la fe cristiana, pero que, al
mismo tiempo, habla a todos los hombres de buena voluntad y, como tal, no es
factor que discrimina (Discurso, 17 de diciembre).
AÑO 2011
ENERO
*La dimensión religiosa es una característica innegable e irreprimible del ser
y del obrar del hombre, la medida de la realización de su destino y de la
construcción de la comunidad a la que pertenece. Por consiguiente, cuando el
mismo individuo, o los que están a su alrededor, olvidan o niegan este aspecto
fundamental, se crean desequilibrios y conflictos en todos los sentidos, tanto
en el aspecto personal como interpersonal.
*La libertad religiosa es el camino fundamental para la construcción de la
paz. Ésta, en efecto, se construye y se conserva solo cuando el hombre puede
buscar y servir a Dios libremente en su corazón, en su vida y en sus
relaciones con los demás (Discurso, 10 de enero).
*El derecho del hombre a la libertad religiosa, que es en realidad el primer
derecho, porque históricamente ha sido afirmado en primer lugar, y porque, por
otra parte, tiene como objeto la dimensión constitutiva del hombre, es decir,
su relación con el Creador (Discurso, 10 de enero).
*El derecho a la libertad religiosa ¿no ha sido
demasiadas veces puesto en discusión o violado? Me parece que hoy la sociedad,
sus responsables y la opinión pública, son más conscientes, incluso aunque no
siempre de manera exacta, de la gravedad de esta herida contra la dignidad y
la libertad del
homo religiosus
(Discurso, 10 de enero).
*Quisiera recordar, en definitiva, que el derecho a la libertad religiosa no
se aplica plenamente allí donde sólo se garantiza la libertad de culto, y
además con limitaciones (Discurso, 10 de enero).
*Animo
a que se promueva la plena salvaguarda de la libertad religiosa y de los demás
derechos humanos, mediante programas que, desde la escuela primaria y en el
marco de la enseñanza religiosa, enseñen a respetar a todos los hermanos en
humanidad (Discurso, 10 de enero).
*El peso particular de una determinada religión en una nación jamás debería
implicar la discriminación en la vida social de los ciudadanos que pertenecen
a otra confesión o, peor aún, que se consienta la violencia contra ellos
(Discurso, 10 de enero).
*Es importante que el diálogo interreligioso favorezca un compromiso común
para reconocer y promover la libertad religiosa de todas las personas y
comunidades (Discurso, 10 de enero).
*Pido de modo particular que todos garanticen a la comunidad católica la plena
autonomía de organización y la libertad de cumplir su misión, conforme a las
normas y estándares internacionales en este ámbito (Discurso, 10 de enero).
*En los países que conceden una gran importancia al pluralismo y la
tolerancia, pero donde la religión sufre una marginación creciente, se tiende
a considerar la religión, toda religión, como un factor sin importancia,
extraño a la sociedad moderna o incluso desestabilizador, y se busca por
diversos medios impedir su influencia en la vida social. Se llega así a exigir
que los cristianos ejerzan su profesión sin referencia a sus convicciones
religiosas o morales, e incluso en contradicción con ellas, como, por ejemplo,
allí donde están en vigor leyes que limitan el derecho a la objeción de
conciencia de los profesionales sanitarios o de algunos profesionales del
derecho (Discurso, 10 de enero).
*En este contexto, es un motivo de alegría que el Consejo de Europa, en el mes
de octubre pasado, haya adoptado una Resolución que protege el derecho del
personal médico a la objeción de conciencia frente a ciertos actos que, como
el aborto, lesionan gravemente el derecho a la vida (Discurso, 10 de enero).
*Otra manifestación de marginación de la religión y, en particular, del
cristianismo, consiste en desterrar de la vida pública fiestas y símbolos
religiosos, por respeto a los que pertenecen a otras religiones o no creen. De
esta manera, no sólo se limita el derecho de los creyentes a la expresión
pública de su fe, sino que se cortan las raíces culturales que alimentan la
identidad profunda y la cohesión social de muchas naciones (Discurso, 10 de
enero).
*Reconocer la libertad religiosa significa, además, garantizar que las
comunidades religiosas puedan trabajar libremente en la sociedad, con
iniciativas en el ámbito social, caritativo o educativo (Discurso, 10 de
enero).
*Todavía menos justificables son los intentos de oponer al derecho a la
libertad religiosa unos derechos pretendidamente nuevos, promovidos
activamente por ciertos sectores de la sociedad e incluidos en las
legislaciones nacionales o en directivas internacionales, pero que no son, en
realidad, más que la expresión de deseos egoístas que no encuentran fundamento
en la auténtica naturaleza humana (Discurso, 10 de enero).
*Es necesario afirmar que no es suficiente una
proclamación abstracta de la libertad religiosa: esta norma fundamental de la
vida social debe ser aplicada y respetada en todos los niveles y ámbitos; de
otra manera, a pesar de justas afirmaciones de principio, se corre el riesgo
de cometer profundas injusticias contra los ciudadanos que desean profesar y
practicar libremente su fe (Discurso, 10 de enero).
ABRIL
*Dado que el hombre goza de la capacidad de una elección libre y personal en
la verdad, y dado que Dios espera del hombre una respuesta libre a su llamada,
el derecho a la libertad religiosa debe considerarse como inherente a la
dignidad fundamental de toda persona humana, en sintonía con la innata
apertura del corazón humano a Dios (Mensaje, 29 de abril).
*La auténtica libertad de religión permitirá a la persona humana alcanzar su
plenitud, contribuyendo así al bien común de la sociedad (Mensaje, 29 de
abril).
*La libertad es un derecho del que cada persona goza naturalmente, y que, por
lo tanto, también debe ser protegido y fomentado por la legislación civil
(Mensaje, 29 de abril).
MAYO
*El hombre necesita amor, el hombre necesita verdad, para no perder el frágil
tesoro de la libertad y quedar expuesto a la violencia de las pasiones y a
condicionamientos abiertos y ocultos (Discurso, 21 de mayo).
JUNIO
*Una sociedad democrática que promueve la libertad religiosa y la libertad de
culto, y que aprecia la presencia de las instituciones religiosas, que se
esfuerzan en elevarse por encima de los intereses políticos, motivados por la
fe y los valores morales, comprende que hay mucho que ganar a través de estas
libertades para el crecimiento positivo de todas las instituciones del país
(Discurso, 9 de junio).
SEPTIEMBRE
*Con frecuencia confundimos la libertad con la ausencia de vínculos, con la
convicción de poder actuar por nuestra cuenta, sin Dios, a quien se ve como un
límite para la libertad. Y esto es una ilusión que no tarda en convertirse en
desilusión, generando inquietud y miedo (Homilía, 11 de septiembre).
*La libertad necesita una referencia originaria a una instancia superior. El
que haya valores que nada ni nadie pueda manipular, es la auténtica garantía
de nuestra libertad. El hombre que se sabe obligado a lo verdadero y al bien,
estará inmediatamente de acuerdo con esto: la libertad se desarrolla sólo en
la responsabilidad ante un bien mayor. Este bien sólo existe si es para todos;
por tanto debo interesarme siempre por mis prójimos. La libertad no se puede
vivir sin relaciones (Discurso, 22 de septiembre).
*En la convivencia humana no es posible la libertad sin solidaridad. Aquello
que hago en detrimento de otros, no es libertad, sino una acción culpable que
les perjudica a ellos y, con ello, también a mí (Discurso, 22 de septiembre).
*Puedo realizarme verdaderamente como persona libre sólo cuando uso también
mis fuerzas también para el bien de los demás. Y esto no sólo vale en el
ámbito privado, sino también en el social (Discurso, 22 de septiembre).
OCTUBRE
*La libertad
de vivir y de predicar el Evangelio nunca debe darse por descontada, sino que
siempre se debe defender de modo correcto y paciente. Y la libertad religiosa
no es sólo un derecho a verse libres de constricciones externas (Discurso, 7
de octubre).
*La libertad está amenazada en algunas partes del mundo por las limitaciones
legales, pero también por la mentalidad anti-religiosa en el interior de
algunas sociedades, incluso donde la libertad religiosa disfruta de la
protección de la ley (Discurso, 21 de octubre).
*Las decisiones que pueden hacer que se dañen a sí mismos o a otras personas
deben ser desalentadas por el bien de los individuos y de la sociedad en su
conjunto (Discurso, 21 de octubre).
*La
libertad
es un gran bien. Pero el mundo de la libertad se ha mostrado en buena parte
carente de orientación, y muchos tergiversan la libertad entendiéndola como
libertad también para la violencia (Intervención, 27 de octubre).
DICIEMBRE
*Sólo en la relación con Dios comprende también el hombre el significado de la
propia libertad (Mensaje, 8 de diciembre).
*El hombre que cree ser absoluto, no depender de nada ni de nadie, que puede
hacer todo lo que se le antoja, termina por contradecir la verdad del propio
ser, perdiendo su
libertad (Mensaje, 8 de diciembre).
*El hombre es un ser relacional, que vive en relación con los otros y, sobre
todo, con Dios. La auténtica
libertad nunca se puede alcanzar alejándose de Él
(Mensaje, 8 de diciembre).
*La
libertad es un valor precioso, pero delicado; se la puede entender y usar mal
(Mensaje, 8 de diciembre).
*Para ejercer su
libertad, el hombre debe superar por tanto el
horizonte del relativismo y conocer la verdad sobre sí mismo y sobre el bien y
el mal. En lo más íntimo de la conciencia el hombre descubre una ley que él no
se da a sí mismo, sino a la que debe obedecer y cuya voz lo llama a amar, a
hacer el bien y huir del mal, a asumir la responsabilidad del bien que ha
hecho y del mal que ha cometido (Mensaje, 8 de diciembre).
*El ejercicio de la
libertad está íntimamente relacionado con la ley
moral natural, que tiene un carácter universal, expresa la dignidad de toda
persona, sienta la base de sus derechos y deberes fundamentales, y, por tanto,
en último análisis, de la convivencia justa y pacífica entre las personas
(Mensaje, 8 de diciembre).
*El uso recto de la
libertad es, pues, central en la promoción de la
justicia y la paz, que requieren el respeto hacia uno mismo y hacia el otro,
aunque se distancie de la propia forma de ser y vivir. De esa actitud brotan
los elementos sin los cuales la paz y la justicia se quedan en palabras sin
contenido: la confianza recíproca, la capacidad de entablar un diálogo
constructivo, la posibilidad del perdón, que tantas veces se quisiera obtener
pero que cuesta conceder, la caridad recíproca, la compasión hacia los más
débiles, así como la disponibilidad para el sacrificio (Mensaje, 8 de
diciembre).
AÑO 2012
ENERO
*La
libertad religiosa
se caracteriza por una dimensión individual, así como por una dimensión
colectiva y una dimensión institucional. Se trata del primer derecho del
hombre, porque expresa la realidad más fundamental de la persona. Este
derecho, con demasiada frecuencia y por distintos motivos, se sigue limitando
y violando (Discurso, 9 de enero).
MARZO
*El derecho a la
libertad
religiosa, tanto en su dimensión individual como comunitaria, manifiesta la
unidad de la persona humana, que es ciudadano y creyente a la vez. Legitima
también que los creyentes ofrezcan una contribución a la edificación de la
sociedad (Homilía, 28 de marzo).
*El respeto y cultivo de la
libertad
que late en el corazón de todo hombre es imprescindible para responder
adecuadamente a las exigencias fundamentales de su dignidad, y construir así
una sociedad en la que cada uno se sienta protagonista indispensable del
futuro de su vida, su familia y su patria (Discurso, 28 de marzo).
OCTUBRE
*Es Dios precisamente quien libera nuestra libertad, la libera de su cerrarse
en sí misma, de la sed de poder, de poseer, de dominar, y la hace capaz de
abrirse a la dimensión que la realiza en sentido pleno: la del don de sí, del
amor, que se hace servicio y colaboración (Homilía, 4 de octubre).
*Dios solicita el «sí» del hombre, ha creado un interlocutor libre, pide que
su criatura le responda con plena libertad (Homilía, 4 de octubre).
DICIEMBRE
*Entre los derechos humanos fundamentales, también para la vida pacífica de
los pueblos, está el de la libertad religiosa de las personas y las
comunidades (Mensaje, 8 de diciembre).
AÑO 2013
ENERO
*Para salvaguardar efectivamente el ejercicio de la libertad religiosa es
esencial además respetar el derecho a la objeción de conciencia. Esta
«frontera» de la libertad toca principios de gran importancia, de carácter
ético y religioso, enraizados en la dignidad misma de la persona humana. Son
como «los muros de carga» de toda sociedad que desea ser verdaderamente libre
y democrática (Discurso, 7 de enero).
*Prohibir, en nombre de la libertad y el pluralismo, la objeción de conciencia
individual e institucional, abriría por el contrario las puertas a la
intolerancia y a la nivelación
forzada.
Recopilados por: P. Mariano Esteban Caro
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